Comienzan los otros Juegos Olímpicos

El estadio de Montjuïc vivió, a partir de las seis de la tarde de ayer, la segunda fiesta olímpica, la que señala el inicio de los Juegos Paralímpicos. Cuarenta y cinco mil personas asistieron a la ceremonia inaugural, un público que volvió a emocionarse con el vuelo de la flecha que al final de su trayecto encendió el pebetero. Fue una fiesta sobria y emotiva, cuyo argumento se centró en el insospechado poder de superación del ser humano ante la adversidad, ilustrado en los 3.000 atletas que desfilaron. La Reina presidió el acto. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, recordó en el parlam...

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El estadio de Montjuïc vivió, a partir de las seis de la tarde de ayer, la segunda fiesta olímpica, la que señala el inicio de los Juegos Paralímpicos. Cuarenta y cinco mil personas asistieron a la ceremonia inaugural, un público que volvió a emocionarse con el vuelo de la flecha que al final de su trayecto encendió el pebetero. Fue una fiesta sobria y emotiva, cuyo argumento se centró en el insospechado poder de superación del ser humano ante la adversidad, ilustrado en los 3.000 atletas que desfilaron. La Reina presidió el acto. El alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, recordó en el parlamento inaugural que "todos somos minusválidos", en un gesto de identificación con los protagonistas de esta fiesta deportiva. Página 35

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