Cantinflas, siempre joven

Mario Moreno, Cantinflas, cumplió ayer 79 años. El actor mexicano, del que Charles Chaplin llegó a decir que "ha sido el más grande humorista del mundo" y "está ya colocado en un pedestal en la historia del cine", está retirado del séptimo arte, pero prosigue su batalla por mejorar la situación de los marginados y desheredados. "El mundo debe reír más y más, pero después de haber comido", dijo en una ocasión el protagonista de películas como El padrecito o Su excelencia. Simpático y hablador en contra de la fama que se le atribuye, el peladito del cine...

Mario Moreno, Cantinflas, cumplió ayer 79 años. El actor mexicano, del que Charles Chaplin llegó a decir que "ha sido el más grande humorista del mundo" y "está ya colocado en un pedestal en la historia del cine", está retirado del séptimo arte, pero prosigue su batalla por mejorar la situación de los marginados y desheredados. "El mundo debe reír más y más, pero después de haber comido", dijo en una ocasión el protagonista de películas como El padrecito o Su excelencia. Simpático y hablador en contra de la fama que se le atribuye, el peladito del cine mexicano dijo en una reciente ocasión que "Mario Moreno ya es un anciano, aunque la idea que representó, la de Cantinflas, personaje que él creó en 1936, se encuentra más vivo y joven que nunca".El actor, que ha visitado nuestro país en numerosas ocasiones, se ha mostrado siempre en contra de las superproducciones norteamericanas, "cargadas de dólares y violencia". Respecto a sus propias películas, Cantinflas afirma que le gustan todas, aunque siente un cariño muy especial por las dos citadas, y recuerda especialmente una escena de Su excelencia en la que propone, al final del filme, ante la ONU una nueva fórmula para gobernar el mundo. Mario Moreno nunca ha hablado mucho sobre política, pero sí ha asegurado tener un gran peso sobre la opinión pública mexicana: "Tengo mi fuerza, aunque no todo lo que hago está bien", afirma. El actor siempre se ha mostrado reacio a hablar de su edad, recurriendo a trabalenguas como siempre hacía su personaje cuando no quería hacer precisiones sobre algo. Millonario y famoso, una vez le preguntaron si era feliz y reconoció serlo y estar muy satisfecho de sí mismo porque no podría haber felicidad si fuera un amargado o un insatisfecho".