En triunfo bajo el Arco

Una vuelta de exhibición en solitario basta para que algunos se den por contentos. El encanto de París atrae. Los aristocráticos Campos Elíseos, repletos de un público que no se resiste a la tradición, y el Arco del Triunfo son, sin embargo, el predio de una raza ahora malhumorada. Los sprinters.No recuerda la historia reciente un Tour más soso para los hombres de los últimos metros. Cipollini abandonó, aburrido e impotente; Abduyapárov llegó fuera de control en los Alpes. Sólo han sobrevivido Van Poppel, Ludwig y Museeuw. El único que puede irse contento, aun derrotado, es el holandés del PDM...

Una vuelta de exhibición en solitario basta para que algunos se den por contentos. El encanto de París atrae. Los aristocráticos Campos Elíseos, repletos de un público que no se resiste a la tradición, y el Arco del Triunfo son, sin embargo, el predio de una raza ahora malhumorada. Los sprinters.No recuerda la historia reciente un Tour más soso para los hombres de los últimos metros. Cipollini abandonó, aburrido e impotente; Abduyapárov llegó fuera de control en los Alpes. Sólo han sobrevivido Van Poppel, Ludwig y Museeuw. El único que puede irse contento, aun derrotado, es el holandés del PDM, ganador en Estrasburgo del único sprint de la prueba.El belga Museeuw (Lotto) no tendrá este año el apoyo de Abduyapárov para repetir triunfo en París. La sangrienta y espectacular caída del uzbeko le dio el triunfo entonces. La victoria la desea más que nadie. Sería el triunfo que salvaría su temporada, fracasada su conquista del jersey verde.

Sin haberse metido en una llegada masiva, el francés Laurent Jalabert (ONCE) les ha ganado a todos la joya más preciada, el maillot verde de la regularidad. Y hasta una etapa.