Los rivales de Indurain se enfrentan en suiza

EL PAÍS, Tres de los favoritos para ganar el Tour -Lemond, Bugno, Breukink- se ven desde ayer en la Vuelta a Suiza. Los out siders se enfrentan en las carreteras vascas -Delgado, Chioccioli, Fignon, Bernard, Alcalá, Cubino, Deflow- y en las francesas -Leblanc, Rooks, Theunisse-. Chiappucci se queda en Italia -participará, probablemente, en la Vuelta a Puglia- e Induráin descansa La primera etapa de la carrera suiza fue ganada al sprint por el italiano Di Vasco. Las dos semanas más intensas de la temporada ciclista son su examen antes de verse las caras en el Tour.

Miguel Induráin...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

EL PAÍS, Tres de los favoritos para ganar el Tour -Lemond, Bugno, Breukink- se ven desde ayer en la Vuelta a Suiza. Los out siders se enfrentan en las carreteras vascas -Delgado, Chioccioli, Fignon, Bernard, Alcalá, Cubino, Deflow- y en las francesas -Leblanc, Rooks, Theunisse-. Chiappucci se queda en Italia -participará, probablemente, en la Vuelta a Puglia- e Induráin descansa La primera etapa de la carrera suiza fue ganada al sprint por el italiano Di Vasco. Las dos semanas más intensas de la temporada ciclista son su examen antes de verse las caras en el Tour.

Miguel Induráin, el Rival, afirma que aún puede mejorar después de su demostración italiana. Su gran objetivo sigue siendo el Tour, donde quiere demostrar que se puede rendir al máximo en dos grandes rondas, pero ya ha salvado la temporada. Los rivales -Greg Lemond, Gianni Bugno y Erik Breukink- han fiado todo su año al Tour y viven en la duda. Lo han planificado todo para alcanzar el mejor momento el 4 de julio. Mientras el español descansará hasta esa fecha -aunque quizá corra la Vuelta a los Valles Mineros, del 23 al 26 de junio-, el estadounidense, el italiano y el holandés necesitan cubrir su déficit de kilómetros para llegar al punto óptimo.

Otros años, todos jugaban al escondite. Evitaban mostrar sus debilidades y fortalezas al contrario. Esta temporada, sin embargo, coinciden en la Vuelta a Suiza, que comenzó ayer y termina el 26. Bugno y Lemond ya se han enfrentado en la Dauphiné Libéré.

El campeón del mundo se mostró eficaz en las etapas de montaña, pero gris en las contrareloj, el punto decisivo para derrotar a Induráin. "No me consideraré un campeón hasta que no gane el Tour", declaraba Bugno. Borró de su calendario el Giro, pensando que en otras carreras menos comprometidas cogería los kilómetros necesarios, pero se encuentra en vísperas de julio si ningún triunfo. Es su apuesta: o todo -el Tour o nada.

Lemond siempre juega con sus tres triunfos en el Tour y con su incuestionable atractivo para los aficionados para permitirse deambular a la buena ventura todo el año. Sabe que en julio rinde, aunque quizá ya no lo suficiente para volver a ganar.

El holandés Erik Breukink se sumará a ellos en Suiza, también sin aspiraciones a priori. Un aspecto extradeportivo ha modificado su planificación cara al Tour. La desaparición de su equipo, el PDM, en la próxima temporada ha obligado a su director a una campaña de saturación para todos los corredores. Hizo correr al holandés y a su otra figura, Raúl Alcalá, en la Vuelta para rentabilizarlos al máximo. El peligro es que lleguen a Francia pasados.

Archivado En