Bergkamp da a Holanda el triunfo sobre Escocia

Con Holanda llego el fútbol. El inicio del Grupo II dejó en la sombra a los productos expuestos en las vitrinas del I. Nada menos que diez de los once jugadores de Rinus Michels llegaron a Suecia como campeones de torneos nacionales e intemacionales. Lo plasmaron ante una selección escocesa que deleitó a sus incondicionales por su resistencia.La mala noticia para los demás contendientes fue la actuación de Gullit en un conjunto empeñado en abrir el juego a través de dos elementos dispuestos a pisar la cal de las bandas. Pero, mientras a Roy se le permitían pocas alegrías por la izquierda, Gull...

Con Holanda llego el fútbol. El inicio del Grupo II dejó en la sombra a los productos expuestos en las vitrinas del I. Nada menos que diez de los once jugadores de Rinus Michels llegaron a Suecia como campeones de torneos nacionales e intemacionales. Lo plasmaron ante una selección escocesa que deleitó a sus incondicionales por su resistencia.La mala noticia para los demás contendientes fue la actuación de Gullit en un conjunto empeñado en abrir el juego a través de dos elementos dispuestos a pisar la cal de las bandas. Pero, mientras a Roy se le permitían pocas alegrías por la izquierda, Gullit rebasaba con tanta facilidad por la derecha que Malpas merecía comparaciones con el hombre invisible. La penetración por esa zona creó un sinfín de oportunidades. Entre los pocos defectos holandeses, eso sí, una obsesión casi abusiva por canalizar los ataques por la demarcación de Malpas. También habría que apuntar que el sistema apretaba, pero no ahogaba.

Escocia, derrochando calorías para esconder sus limitaciones, subrayó las debilidades de la defensa holandesa en jugadas aisladas y, sobre todo, en los balones aéreos, que, sin embargo, no favorecían a McCoist y Durie, más cómodos con los rasos.