Los pulmones de 'Rik Van Cipollini'

El velocista más fuerte de la carretera se llama Mario Cipollini, pero en Italia se le conoce por el sobrenombre de Rik Van Cipollini, en homenaje al gran sprinter belga Rik Van Steenbergen. Cipolla, como también se le conoce en su país, acepta con simpatía la comparación, pero admite que, de momento, le viene un poco grande. Cipollini, de 25 años de edad, viste los colores del equipo MG-Bianchi, el mismo de Franco Chioccioli, y gana al año unos 70 millones de pesetas.El ciclismo tuvo en la vida del corredor una importancia vital. Comenzó a pedalear a los siete años, pero ...

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El velocista más fuerte de la carretera se llama Mario Cipollini, pero en Italia se le conoce por el sobrenombre de Rik Van Cipollini, en homenaje al gran sprinter belga Rik Van Steenbergen. Cipolla, como también se le conoce en su país, acepta con simpatía la comparación, pero admite que, de momento, le viene un poco grande. Cipollini, de 25 años de edad, viste los colores del equipo MG-Bianchi, el mismo de Franco Chioccioli, y gana al año unos 70 millones de pesetas.El ciclismo tuvo en la vida del corredor una importancia vital. Comenzó a pedalear a los siete años, pero cinco después sufrió una grave enfermedad pulmonar (sarcoidosis) que, de no haber sido por las contínuas revisiones médicas a que se sometió por su condición de deportista, habría acabado con su vida., Durante dos anos se mantuvo inactivo. Su reaparición fue una buena noticia para el ciclismo italiano. Campeón del mundo júnior en 1985, ausente en Seúl 88, Cipollini debutará este año en el Tour.

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La madre del velocista, Alfreda, recuerda la enfermedad pulmonar de su hijo: "Mario no comía, perdía los kilos ante mi ojos y siempre estaba de mal humor. Cambiamos de médico unas siete veces. Ninguno nos daba un diagnóstico válido. Temíamos lo peor: un cáncer de pulmón. Gracias a Dios, conocimos al profesor Quilici. Siempre recordaré su visita a Mario. 'Yo estoy muy enfermo y moriré pronto, pero tú no. Tienes la sarcoidosis, una enfermedad grave, muy grave, pero curable con cortisona', le dijo. Tenía razón". Poco tiempo después, la familia Cipollini peregrinó a Castellania, en el Piamonte, donde se encuentra la tumba de Fausto Coppi, el gran mito del ciclismo italiano. El gesto marcó al futuro campeón.

"No me siento inferior a nadie, ni a Abduyapárov ni a Van Poppel. Quiero demostrarlo en el Tour, como ya lo he hecho en la París-Niza, en La Panne, en la Gante-Wevelgem y en Dunquerque. En el sprint no miro a nadie. No da miedo caerme; es algo que forma parte juego", afirma.

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