Kárpoy y Kaspároy empataron con Ivanchuk y Anand

Ninguna de las dos K (Kaspárov y Kárpov) pudo con las jóvenes estrellas del ajedrez en la cuarta jornada del Torneo de Linares. Los rusos Gari Kaspárov, campeón del mundo, y Anatoli Kárpov, subcampeón, acordaron tablas con el ucranio Vasili Ivanchuk y el indio Viswanathan Anand respectivamente. Esos empates y el del bielorruso Borís Gélfand con el holandés Jan Timman favorecen al ruso Artur Yusúpov que se destaca en cabeza tras vencer al británico Nigel Short. Miguel Illescas empató con él ucranio Alexánder Beliavski y ocupa el quinto puesto."Ya no les tenemos miedo a las dos K" dijeron...

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Ninguna de las dos K (Kaspárov y Kárpov) pudo con las jóvenes estrellas del ajedrez en la cuarta jornada del Torneo de Linares. Los rusos Gari Kaspárov, campeón del mundo, y Anatoli Kárpov, subcampeón, acordaron tablas con el ucranio Vasili Ivanchuk y el indio Viswanathan Anand respectivamente. Esos empates y el del bielorruso Borís Gélfand con el holandés Jan Timman favorecen al ruso Artur Yusúpov que se destaca en cabeza tras vencer al británico Nigel Short. Miguel Illescas empató con él ucranio Alexánder Beliavski y ocupa el quinto puesto."Ya no les tenemos miedo a las dos K" dijeron recientemente Ivanchuk y Anand, ambos de 22 años, a este periódico. Ayer lo demostraron, pero no podrán aspirar al título mundial hasta 1.996 porque la inexperiencia y el descontrol de los nervios hicieron que el ucranio cayera ante Yusúpov, y el indio ante Kárpov, en el Torneo de Candidatos al Mundial de 1.993.

Agresividad

Ivanchuk, vencedor en Linares-91 tras ganar a Kaspárov y a Kárpov, se lanzó a por el campeón sin remilgos aprovechando la iniciativa de las piezas blancas, introdujo una novedad teórica contra la defensa india de rey y sacrificó seguidamente un peón a cambio de constreñir al máximo la posición de las negras. Kárpov se acercó en ese momento a la mesa de su encarnizado rival y le miró con una expresión de regocijo contenido que podría traducirse como la equivalencia en ruso de "¡Qué mal te veo, tío!". Ciertamente, Kaspárov resoplaba con motivos porque no está acostumbrado a que repriman así su indómita agresividad.

Mientras, Anand cedía la iniciativa y mucho espacio, además de mover a su habitual velocidad enervante, con un descaro impropio de quien se enfrenta con negras al "gélido Anatoli" que apenas tenía tiempo para ir al lavabo antes de que el prodigioso talento indio hiciera una nueva jugada. Definitivamente, Kárpov ya no es el de antes. Sus 40 años de edad le lastran el cerebro, no en su profunda concepción estratégica ni en la capacidad de análisis pero sí, y mucho, en la velocidad de cálculo.

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