La CEI, favorita del devaluado hockey

La jerarquía parece que va a respetarse en el devaluado torneo de hockey sobre hielo. La CEI debe ganar hoy su tercer título conse cutivo a pesar de las bajas de todos sus grandes jugadores, qu militan en la Liga Profesional Norteamericana (NHL). El viernes venció a Estados Unidos por 5-2 en lo que pudo ser la final anticipada. Su último rival es Canadá, que se impuso a Checoslovaquia por 42.

El hockey, el único deporte de equipo en los Juegos invernales, sigue los derroteros del fútbol olímpico. Su porvenir no será halagüeño si no abre las puertas a los mejores. Hace ocho años, en Sara...

La jerarquía parece que va a respetarse en el devaluado torneo de hockey sobre hielo. La CEI debe ganar hoy su tercer título conse cutivo a pesar de las bajas de todos sus grandes jugadores, qu militan en la Liga Profesional Norteamericana (NHL). El viernes venció a Estados Unidos por 5-2 en lo que pudo ser la final anticipada. Su último rival es Canadá, que se impuso a Checoslovaquia por 42.

El hockey, el único deporte de equipo en los Juegos invernales, sigue los derroteros del fútbol olímpico. Su porvenir no será halagüeño si no abre las puertas a los mejores. Hace ocho años, en Sarajevo, Incluso hubo una polémica porque algunas selecciones intentaron alinear a unos cuantos jugadores que apenas rozaban la NHL. Se formó uno de los últimos líos del ya absurdo amateurismo y sólo se dejó participar a los que habían firmado un contrato o un precontrato, pero únicamente se habían entrenado o jugado en la pretemporada, no en la Liga oficial. Una vez más llegó la hipocresía a una especialidad que el COI no controlaba tan de cerca como las otras. Fue, ni más ni menos, la solución que dio la Federación Internacional de Patinaje (IIHF), pues el COI le cedió la decisión.Pero el problema subyace. El abismo sigue existiendo entre la omnipotente NHL y la limitada IMF. El trasvase de jugadores que se produce ahora, sin mayores problemas, entre la NBA y la Federación Internacional de Baloncesto supuestamente Amateur (FIBA) es aún imposible en el hockey. Por eso el torneo de Albertville es de Segunda División. Por ejemplo, Estados Unidos y Canadá compiten casi con juveniles. Lo grotesco es que, si se jugara con los mismos, dentro de un año ya sería un buen certamen de la NHL, pues la mayoría actuará entonces en ella. Pero, dentro de dos, en los de Lillehammer 94, si no se remedia, tampoco estarán los grandes ases y, por tanto, se repetirá la historia. El COI tampoco tiene prisa en tomar cartas en el asunto.

En estas circunstancias, la inercia soviética, el sistema de su técnico, Tijonov, aun con dificultades -perdió con Checoslovaquia por 5-4-, se mantiene. Con su inagotable cantera, puede hacer frente a los jóvenes adversarios. Ante Estados Unidos llegó al tercer tiempo con un 2-2, pero acabó goleando por 5-2. Lejos, muy lejos, se quedó la sorpresa de Lake Placid 80, cuando el cuadro norteamericano ganó por 4-3 a la URSS. La CEI, en Albertville, había aplastado el día anterior a Finlandia por 6-1. La propia competición le ha servido de rodaje. Pero le habría sido mucho más dificil frenar la experiencia y calidad contrastadas de los profesionales de la NHL.

El último ejemplo es la estrella de Canadá, Eric Lindros. Con 18 años, 1,93 metros y 102 kilos, se le califica como el sucesor del mítico Wayne Gretzki. Ahora, el hombre que alegraba a los seguidores de Los Ángeles Kings y aspira aquí a sorprender a la CEI, ha originado un conflicto al firmar un precontrato con el Quebec Nordiques, francéfono, cuando él es anglófono: los problemas eternos entre las dos partes canadienses.