ALBERTVILLE 92

Una gran ventisca aplaza 24 horas el eslalon supergigante femenino

J. J. F. El décimo día llegó el caos. El mal tiempo obligó a suspender ayer el eslalon supergigante femenino de Meribel y amenaza seriamente hoy al gigante masculino de Val d'lsère. El esperado debú del as italiano Alberto Tomba depende de la niebla y, sobre todo, del viento, que soplaba ayer a partir de los 1. 500 metros de altura a más de 100 kilómetros por hora. La tremenda ventisca casi evaporaba la nieve, que caía en poca cantidad. Otro problema para la circulación ya caótica en el disperso espacio olímpico es el brusco descenso de las temperaturas. Las carreteras, ya de por sí difíciles...

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J. J. F. El décimo día llegó el caos. El mal tiempo obligó a suspender ayer el eslalon supergigante femenino de Meribel y amenaza seriamente hoy al gigante masculino de Val d'lsère. El esperado debú del as italiano Alberto Tomba depende de la niebla y, sobre todo, del viento, que soplaba ayer a partir de los 1. 500 metros de altura a más de 100 kilómetros por hora. La tremenda ventisca casi evaporaba la nieve, que caía en poca cantidad. Otro problema para la circulación ya caótica en el disperso espacio olímpico es el brusco descenso de las temperaturas. Las carreteras, ya de por sí difíciles, son absolutas pistas de hielo.

El acceso a los lugares olímpicos se cerró ayer porque el riesgo de colapso que se temía desde el principio de los Juegos está en alerta roja. Las circunstancias climatológicas acompañaron milagrosamente la primera semana, pero en la segunda, con la acumulación de las pruebas de esquí, parece que la dura realidad de un escenario inadecuado puede alcanzar su máxima expresión.

Para empezar, al no haber tantos días libres para celebrar las pruebas en caso de aplazamientos, el supergigante femenino se ha vuelto a, programar para hoy, a la misma hora de ayer, las 12.15, entre las dos mangas del gigante masculino (10.00 y 14.00). Pero en directo nadie podrá verlas porque entre Meribel y Val d'lsère hay unos insalvables 76 kilómetros. Ni siquiera lo hará el presidente del COI, Juan Antonio Samaranch, que apenas ha podido despegar un día a primera hora de la mañana en el helicóptero que tiene a su disposición en Courchevel, a 2.000 metros.

Tomba, al desquite

El gigante masculino, de todas formas, acapara la máxima atención. Tomba se ha estado entrenando en Sestrieres, la estación alpina italiana más cercana, como Blanca Fernández Ochoa. Todo lo que no sea lograr las dos medallas de oro, como en Calgary 88, será un fracaso para él. Tiene la moral de que quien le ha superado con su regularidad en la Copa del Mundo actual, el suizo Paul Accola, ha estado desastroso hasta ahora aquí. Han demostrado estar mejor el luxemburgués Girardelli y los noruegos Aamodt y Furuseth, ya brillantes en el supergigante del domingo.

En el de mujeres, toda Francia espera que Carole Merle se haga con el título a pesar de la austríaca Petra Kronberger y de la alemana Katia Seizinger.

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