Edberg se enfrentara mañana a Courier en la final del Open de tenis de Australia

El sueco Stefan Edberg (el cabeza de serie número l), vencedor del surafricano Wayne Ferreira por 7-6 (7-2), 6-1 y 6-2, y el estadounidense Jim Courier (el 2), cuyo rival en las semifinales, el holandés Richard Krajicek, ni siquiera se enfrentó a él debido a una tendinitis en la espalda, jugarán mañana por el título del Open de tenis de Australia, la primera prueba del Grand Slam de 1992, que se celebra en Melbourne. Hoy se disputarán otras tres finales: la de la competición femenina, entre la yugoslava Mónica Seles (la 1) y la norteamericana Mary Joe Fernández (la 7); la de los dobles masculi...

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El sueco Stefan Edberg (el cabeza de serie número l), vencedor del surafricano Wayne Ferreira por 7-6 (7-2), 6-1 y 6-2, y el estadounidense Jim Courier (el 2), cuyo rival en las semifinales, el holandés Richard Krajicek, ni siquiera se enfrentó a él debido a una tendinitis en la espalda, jugarán mañana por el título del Open de tenis de Australia, la primera prueba del Grand Slam de 1992, que se celebra en Melbourne. Hoy se disputarán otras tres finales: la de la competición femenina, entre la yugoslava Mónica Seles (la 1) y la norteamericana Mary Joe Fernández (la 7); la de los dobles masculinos, entre los australianos Todd Woodbridge y Mark Woodforde (los 4) y los estadounidenses Kelly Jones y Rick Leach (los 11), y la de las parejas mixtas, entre Arantxa Sánchez y Woodbridge (la 1) y la australiana Nicole Provis y Woodforde (la 3).Edberg, que se impuso en septiembre pasado a Courier en el partido decisivo del Open de Estados Unidos tomándose la revancha de su derrota ante él en los cuartos de final de Roland Garros, confesó que había tenido "algo de suerte" en la primera manga del que afrontó ayer con Ferreira, el verdugo del redivivo norteamericano John McEnroe. El surafricano se había colocado en ella con una ventaja de 6-5 y el servicio a su favor. Entonces contó con dos pelotas de set. Pero Edberg respondió en esos instantes cruciales con sendos golpes "muy buenos" y terminó forzando la muerte súbita, en la que resultó triunfador por 7-2. A partir de ese momento, el escandinavo dominó ya con facilidad: 6-1 y 6-2.

Edberg tendrá más problemas, sin duda, ante Courier, que saldrá a la pista más descansado que él al no haber tenido que desgastarse ante el infortunado Krajicek y que, además, sentenció ayer: "Contando ésta, he intervenido en tres finales de los torneos del Grand Slam. Eso demuestra que mi juego es consistente, no algo casual".

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