Abierta al tráfico una nueva conexión de la M-40

Una nueva conexión de la M-40 con la carretera N-11 (Madrid-Barcelona) quedó ayer abierta al tráfico. El conductor que entre en Madrid por la N-II tiene ahora dos posibilidades: dirigirse hacia el centro de la ciudad por esa vía, o desviarse por el nuevo tramo a la altura de la localidad de San Fernando de Henares.La nueva conexión, en la que se han invertido 2.064 millones de pesetas, mejora los accesos a San Fernando y permite descongestionar el nudo Eisenhower, junto al aeropuerto de Barajas, que venía registrando frecuentes retenciones.

La plataforma del nuevo trazado está formada p...

Una nueva conexión de la M-40 con la carretera N-11 (Madrid-Barcelona) quedó ayer abierta al tráfico. El conductor que entre en Madrid por la N-II tiene ahora dos posibilidades: dirigirse hacia el centro de la ciudad por esa vía, o desviarse por el nuevo tramo a la altura de la localidad de San Fernando de Henares.La nueva conexión, en la que se han invertido 2.064 millones de pesetas, mejora los accesos a San Fernando y permite descongestionar el nudo Eisenhower, junto al aeropuerto de Barajas, que venía registrando frecuentes retenciones.

La plataforma del nuevo trazado está formada por dos calzadas de dos carriles cada una, separadas por una mediana de cuatro metros.

La carretera, con una longitud de 5,2 kilómetros, tiene conexiones con otros cuatro puntos: el distribuidor Este de la M-40, las calles de Campezo y Arcaute, ambas en el polígono industrial de Las Mercedes; el nuevo centro de tráfico de mercancías de Coslada y las calles de las Rejas y de Senda Galiana, de esta última localidad.

La obra incluye nueve estructuras, como un cajón hincando bajo la línea férrea Madrid-Barcelona, un puente pérgola sobre la misma línea y un paso sobre la carretera de acceso a Coslada ejecutado con muros pantalla.

Entre las medidas de reposición ambiental se encuentra la plantación de una superficie de 45.000 metros cuadrados.