Nuñez arremete contra Cruyff y le exige que cumpla su contrato

Josep Lluís Núñez, presidente de] Barcelona, replicó ayer con dureza a las amenazas que Johan Cruyff, director técnico, realizó el pasado sábado cuando aseguró: "O cambian las cosas o me voy a casa". El máximo mandatario arremetió contra el entrenador diciendo: "Tengo una manguera con la que sólo hago que apagar fuegos, pero estoy dispuesto a buscar agua de donde sea. Sólo hablaré con los técnicos cuando las cartas no estén marcadas, es decir, cuando acaben sus contratos [1993]".

Núñez utilizó ayer dos discursos diferentes para replicar a Cruyff, que el sábado llegó a manifestar que aba...

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Josep Lluís Núñez, presidente de] Barcelona, replicó ayer con dureza a las amenazas que Johan Cruyff, director técnico, realizó el pasado sábado cuando aseguró: "O cambian las cosas o me voy a casa". El máximo mandatario arremetió contra el entrenador diciendo: "Tengo una manguera con la que sólo hago que apagar fuegos, pero estoy dispuesto a buscar agua de donde sea. Sólo hablaré con los técnicos cuando las cartas no estén marcadas, es decir, cuando acaben sus contratos [1993]".

Núñez utilizó ayer dos discursos diferentes para replicar a Cruyff, que el sábado llegó a manifestar que abandonaría el club azulgrana en caso de ganar la Copa de Europa, porque no estaba dispuesto a vivir otros seis meses como los últimos. "SI no puedo hacer lo que quiera, hay que irse a casa", fue el mensaje del entrenador, que tiene contrato hasta el 30 de junio, de 1993, año en que acaba el mandato de Núñez [abril].El presidente azulgrana pormenorizó en "esos mil detalles" -como los califica Cruyff- que distancian al cuerpo técnico de la directiva. En una intervención informal con algunos representantes de los medios de información, congregados anualmente por el club azulgrana para celebrar las fiestas navideñas, Núñez insinuó que acceder a todas las peticiones que le formula Cruyff le costaría al club un millón diario.

Entre estas solicitudes destacan, por ejemplo, la organización de un vuelo chárter para viajar el pasado sábado a Burgos -la directiva se lo negó- o el disputar el próximo partido de Liga contra el Cádiz el próximo sábado en lugar del domingo, adelanto que le costará al Barça 600.000 pesetas.

Los comentarios de pasillo dieron paso posteriormente a una intervención pública, en la que Núñez, tras asegurar que no piensa adelantar las elecciones a la presidencia -"salvo que pase algo anormal como sería la imprudencia de que se exigiera a la directiva avalar una parte del presupuesto de acuerdo a la nueva Ley de sociedades anónimas deportivas"- argumentó un discurso muy sibilino contra Cruyff.

"Sería un gran error ligar mi continuidad o mi marcha a la consecución de la Copa de Europa. Yo digo que tengo que acabar mi mandato [abril de 1993], y los técnicos y los jugadores deben hacer lo mismo, y cuando me decida a hablar con ellos será cuando las cartas estén límpias y no marcadas. Antes no vale". El máximo mandatario azulgrana llegó a insinuar en una conversación privada que tiene la sensación de que Cruyff pretende que le despidan del club azulgrana, porque así cobraría la totalidad de su contrato, mientras que si el técnico decidiera dimitir debería hacer frente a una cláusula de garantía cifrada en más de 300 millones de pesetas.

Núñez puntualizó también que la directiva no piensa tomar "ninguna medida disciplinaria en torno a Stoichkov", que fue expulsado el domingo en Burgos y posteriormente calificó al colegiado Soriano Aladrén de "un poco borracho".

El presidente azulgrana llegó a decir que las declaraciones que Johan Cruyff realizó el pasado sábado son mucho más sancionables que las de Hristo Stoichkov.

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