El Barca decidió su partido con el Tenerife en los últimos minutos

El Tenerife impidió anoche que el Barça dosificara sus fuerzas para el trascendental encuentro del próximo miércoles frente al Benfica, en la liguilla final de la Copa de Europa. El equipo tinerfeño obligó a los chicos de Johan Cruyff a un esfuerzo suplementario para levantar un partido en los últimos minutos, que se jugaron a un ritmo trepidante y lo prueba el hecho de que en tan corto espacio de tiempo se marcaron cuatro goles.El apretón de acelerador que realizó el Barça en la recta final sirvió para establecer una cortina de humo sobre una decisión polémica de Cruyff. Habían transcurrido 2...

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El Tenerife impidió anoche que el Barça dosificara sus fuerzas para el trascendental encuentro del próximo miércoles frente al Benfica, en la liguilla final de la Copa de Europa. El equipo tinerfeño obligó a los chicos de Johan Cruyff a un esfuerzo suplementario para levantar un partido en los últimos minutos, que se jugaron a un ritmo trepidante y lo prueba el hecho de que en tan corto espacio de tiempo se marcaron cuatro goles.El apretón de acelerador que realizó el Barça en la recta final sirvió para establecer una cortina de humo sobre una decisión polémica de Cruyff. Habían transcurrido 24 minutos de juego insulso por ambas partes, en los que el Barça ejerció el control del partido, pero sin llegar a abrir huecos en la poblada defensa del Tenerife -Indio Solari utilizó cinco hombres- y su marcaje zonal. Unos instantes antes, Stoichkov había recibido una tarjeta amarilla, tras un rifi-rafe con Toño. Cruyff no se lo pensó dos veces y mandó al búlgaro al vestuario. El técnico holandés echó mano del olvidado Julio Salinas que resultó un talismán.

Laudrup, con un gran gol, dió tranquilidad a la parroquia, que se rendía en el descanso a la evidencia del marcador simultáneo con la goleada del Real Madrid a la Real Sociedad. A los dos minutos de la reanudación, Julio Salinas le robó la cartera a Revert y facilitó el segundo tanto azulgrana. Todo parecía visto para sentencia y propiciaba el sesteo de unos jugadores con la mente puesta en Lisboa.

En un abrir y cerrar de ojos, el Tenerife sembró el terror en la grada. La inclusión de Pizzi dio un aire diferente al equipo canario que logró el empate ante el estupor general.

El Barça aprovechó la sustitución del lesionado Agustín y Salinas se movió como pez en el agua entre tanto despropósito. Hasta Alexanco, desempolvado del baúl de los recuerdos anoche, sacó tajada. Su gol abrió las puertas del triunfo azulgrana.

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