Osasuna despertó del sueño europeo

El Ajax de Amsterdam demostró en Pamplona que el fútbol tiene su lógica. Simplemente se trata de seguir el manual. Osasuna se caracteriza por su espíritu racial, aderezado por las dosis de ingenio de Urban o las cada vez más limitadas exquisiteces de Sola. Frente a ello, los holandeses siguieron el manual con sus condiciones técnicas. El gol de Bergkamp, al inicio de la segunda mitad, concluyó la transformación de los contendientes. A partir de entonces todo el poderío fisico, la presión, la habilidad y la fe pasaron al Ajax para borrar del campo a Osasuna que despertó del sueño europeo.No fue...

El Ajax de Amsterdam demostró en Pamplona que el fútbol tiene su lógica. Simplemente se trata de seguir el manual. Osasuna se caracteriza por su espíritu racial, aderezado por las dosis de ingenio de Urban o las cada vez más limitadas exquisiteces de Sola. Frente a ello, los holandeses siguieron el manual con sus condiciones técnicas. El gol de Bergkamp, al inicio de la segunda mitad, concluyó la transformación de los contendientes. A partir de entonces todo el poderío fisico, la presión, la habilidad y la fe pasaron al Ajax para borrar del campo a Osasuna que despertó del sueño europeo.No fue casualidad que a los ocho minutos de partido el conjunto holandés hubiera dispuesto ya de dos ocasiones clamorosas ante Roberto, erradas quizá por la frialdad de la ocasión. Pero a medida que transcurrían los minutos se evidenciaban los diferentes criterios que manejan ambos conjuntos: técnica para maniobrar y velocidad para ejecutar en el Ajax, tesón y espíritu tan sólo en Osasuna.

El conjunto navarro agudiza sus dificultades ofensivas en su propio terreno aunque por el contrario se siente a gusto en los desplazamientos europeos. Ésa es a partir de ahora su única esperanza.

Osasuna despertó ayer de su sueno europeo. La experiencia vivida en Stuttgart en la anterior eliminatoria se adivina como la única cuestión de fe para su futuro en esta competición. Pero el Ajax no sólo obtuvo un buen resultado en Pamplona sino, lo que es peor, destrozó la moral de los navarros con una lección tan honrada como brillante.