Entrar en falta

MARIO BANGO Ricardo Bango se quedó el domingo en la grada castigado por una dura entrada ... al entrenador. El jugador del Real Oviedo no fue sancionado por, el comité de competición y, ni siquiera, por su club. Su falta fue ir a cazar a su entrenador, Javier Irureta, quien había decidido alinearse con los suplentes durante el partidillo del jueves. Después de hacer esa entrada se retiró directamente a los vestuarios aduciendo que le dolía un tobillo. Ese lance fue una anécdota, pero reveló abiertamente el enfrentamiento entre jugador y entrenador. Un asunto que viene de atrás.

La direc...

MARIO BANGO Ricardo Bango se quedó el domingo en la grada castigado por una dura entrada ... al entrenador. El jugador del Real Oviedo no fue sancionado por, el comité de competición y, ni siquiera, por su club. Su falta fue ir a cazar a su entrenador, Javier Irureta, quien había decidido alinearse con los suplentes durante el partidillo del jueves. Después de hacer esa entrada se retiró directamente a los vestuarios aduciendo que le dolía un tobillo. Ese lance fue una anécdota, pero reveló abiertamente el enfrentamiento entre jugador y entrenador. Un asunto que viene de atrás.

La directiva del club tenía previsto ayer tomar medidas para poner fin a la situación. El enfrentamiento viene de atrás. Que se sepa el primer conflicto público se produjo en el partido de ida de la Copa de la UEFA contra el Génova en el Carlos Tartiere. Irureta sustituyó a Bango por un compañero. Al retirarse el centrocampista dijo algo al banquillo que provocó que Irureta saltara como impulsado por un resorte. Menos mal que su ayudante, Julio Marigil, se le echó encima y evitó lo peor. Durante unos días en el club se trató de quitarle importancia al suceso.Pero el jueves de la semana pasada Irureta se alineaba con los suplentes y Bango con los titulares en un partido de entrenamiento. En un momento determinado se produjo un contraataque de los suplentes y Lacatus, Carlos y Bango se quedaron arriba, muy lejos del balón. El entrenador les advirtió que debían bajar más a colaborar con sus compañeros, y se lo reprochó en especial a Bango. La reacción de éste fue inmediata. En la siguiente jugada en la que Irureta controló el balón fue a buscarlo, lo derribó y se marchó a la caseta.

La cosa no hubiera ido a mayores de no haber decidido Irureta prescindir del jugador para el partido contra el Valencia. Y el domingo el centrocampista presenció el partido desde el palco, hasta que, descubierto por los fotógrafos, se fue a la grada. Bango es natural de Gijón -lo que puede ser una de las razones por las que no ha sido plenamente aceptado en el Tartiere- pero el Oviedo se adelantó al Spórting en su fichaje. Con Irureta sus goles han sido decisivos; cuando él marca el Oviedo no pierde.