RUGBY

Australia, campeona del mundo

Australia cumplió el pronóstico y ganó la segunda Copa del Mundo de rugby al imponerse en la final a Inglaterra por 12-6. Sin embargo, los Wallabies tuvieron que esmerarse en su juego defensivo tras expresar nuevamente sus magníficas pinceladas de inspiración atacante, para dominar a un compacto rival, de nuevo algo favorecido por el árbitro.

Habría sido injusto que el hemisferio Sur no se llevara el título. Aunque se haya disputado en Europa, tanto Australia como Nueva Zelanda dominan. Los Wallables no estuvieron ayer tan inspirados como ante los All Blacks, que quizá pecaron de soberb...

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Australia cumplió el pronóstico y ganó la segunda Copa del Mundo de rugby al imponerse en la final a Inglaterra por 12-6. Sin embargo, los Wallabies tuvieron que esmerarse en su juego defensivo tras expresar nuevamente sus magníficas pinceladas de inspiración atacante, para dominar a un compacto rival, de nuevo algo favorecido por el árbitro.

Habría sido injusto que el hemisferio Sur no se llevara el título. Aunque se haya disputado en Europa, tanto Australia como Nueva Zelanda dominan. Los Wallables no estuvieron ayer tan inspirados como ante los All Blacks, que quizá pecaron de soberbia. Pero, si contra ellos se fueron al descanso con un claro 13-0, frente a los ingleses el 9-0 fue también elocuente. Sin dominar en el juego cerrado, en las melées o las touches, se notó siempre su mayor dinamismo. El único ensayo del partido, logrado por Daly en el minuto 30, fue todo un tratado.La delantera australiana era más pesada en su conjunto de ocho hombres que la inglesa (853 kilos por 818), pero, sobre todo, mucho más ágil. El giro del maul (melée espontánea) australiano cerca de la línea de marca, tras ganar una touche decisiva, fue modélico, pues no importó que el grueso del placaje inglés fuera superior. El balón ya estaba en el lado clave. Fue un modelo perfecto de cómo pasarlo a escondidas en una faceta igualmente asombrosa.

Campese rozó dos veces un nuevo ensayo para Australia, pero se bastó Lynagh para rematar con dos golpes de castigo y una transformación.

La segunda parte fue de claro dominio inglés, con su apertura Andrew demostrando una inteligencia que ayer sólo compartió el tres cuartos Guscott. Pero los Wallables siempre tuvieron, al menos, la ventaja confortable de un ensayo transformado (9-3, 12-3, 12-6). Su defensa fue tan inteligente como su ataque.

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