El PSOE rompe el hielo con Izquierda Unida con una reunión entre dirigentes de ambas formaciones

El PSOE inauguró ayer una nueva etapa en su actuación política al abrir canales de comunicación con Izquierda Unida con quien no mantiene relaciones parlamentarias desde hace varios años. El coordinador de IU, Julio Anguita, y el portavoz parlamentario Nicolás Sartorius se reunieron ayer en la sede del PSOE con el secretario de organización, Txiki Benegas, y el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Martín Toval.

La reunión continuará la próxima semana ya que dos horas de debate sólo sirvieron para hablar del futuro pacto autonómico sin que se llegaran a acuerdos, ya que los interlocu...

El PSOE inauguró ayer una nueva etapa en su actuación política al abrir canales de comunicación con Izquierda Unida con quien no mantiene relaciones parlamentarias desde hace varios años. El coordinador de IU, Julio Anguita, y el portavoz parlamentario Nicolás Sartorius se reunieron ayer en la sede del PSOE con el secretario de organización, Txiki Benegas, y el presidente del Grupo Socialista, Eduardo Martín Toval.

La reunión continuará la próxima semana ya que dos horas de debate sólo sirvieron para hablar del futuro pacto autonómico sin que se llegaran a acuerdos, ya que los interlocutores sabían de antemano que en esta primera aproximación se trataba sólo de escucharse.Aunque de esta primera reunión no se pueden extraer conclusiones concretas, sí puede considerarse abierta una nueva etapa entre el PSOE e IU al haber puesto un puente de comunicación después de años de indiferencia absoluta.

De las reuniones que hasta ahora ha mantenido el PSOE (CDS, CIU, PNV y PP) la de ayer es la única que tendrá continuación fijada en el próximo miércoles. En esta primera jornada sólo se pudo debatir sobre lo que cada cual entiende que debe ser el futuro Estado autonómico y queda para la próxima lo que se relaciona con la construcción europea y lo que Anguita llama "el desarrollo constitucional" que engloba gran parte de la actividad legislativa que el Gobierno tiene prevista.

En esta primera exposición ha quedado claro que el PSOE como posición de principio no quiere reformar los estatutos de autonomía para dotar de nuevas competencias a las comunidades de vía lenta, sino que opta por la delegación a través de leyes. Sin embargo, IU aboga por la reforma estatutaria.

Tan sólo de pasada se planteó la petición de que el presidente del Gobierno, Felipe González, comparezca periódicamente en las cámaras para someterse al control de la oposición. Anguita y Sartorius consideraron que ello podría hacerse inmediatamente si hay voluntad para llevarlo a cabo, mientras que los socialistas dejaron claro que no tomarán esa medida de forma aislada, sino que formará parte de la reforma global del reglamento.

Intenciones dudosas

Dirigentes socialistas, entre ellos Txiki Benegas, aseguran que el afán de diálogo que exhiben desde hace semanas no obedece a la necesidad sino a la "convicción" de la bondad del consenso y de ahí que ahora no sólo quieran hablar con sus socios habituales, sino que quieren hacer partícipe al PP e IU. Estas declaraciones oficiales, no obstante, contrastan con la opinión que esgrimen miembros de la dirección del PSOE en cuanto a la dificultad de llegar a acuerdos con los populares y las muchas dudas que tienen sobre IU. Al propio tiempo restan importancia al alejamiento que muestran CDS, PNV y CiU en la convicción de que la ruptura no se dará.

En todo caso el tiempo dirá si de hecho los socialistas continúan con sus interlocutores habituales y si este: diálogo a varias bandas sólo es formal o por el contrario hay posibilidad de llegar a acuerdos con populares e IU. De momento, sólo se conoce el deseo formulado por Felipe González en una reunión interna de la necesidad de llegar a acuerdos con el PP sobre el futuro autonómico, por ser éste partido gobernante en algunas comunidades. Todo no es beneficio para el PSOE ya que tanto el PP como IU, no ocultan su satisfacción por el hecho de que el primer partido del país finalmente les haya llamado a consultas, rompiendo así su práctica de los dos últimos años de ignorarles en cualquier pacto.