Gil se convertirá en el mayor accionista del Atlético al canjear sus prestamos por acciones

Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, se convertirá en el accionista mayoritario del club a partir de la primavera de 1992. Ésta es la conclusión más importante extraída de las asambleas generales del club celebradas ayer, en las que se produjeron un total de 16 votaciones, aprobadas todas ellas por abrumadora mayoría. Gil podrá canjear por acciones los 2.000 millones de pesetas que dice le adeuda el club.

Los socios compromisarios del Atlético aprobaron la transformación del club en sociedad anónima. El presidente debatió con los compromisarios durante una hora y veinticinco mi...

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Jesús Gil, presidente del Atlético de Madrid, se convertirá en el accionista mayoritario del club a partir de la primavera de 1992. Ésta es la conclusión más importante extraída de las asambleas generales del club celebradas ayer, en las que se produjeron un total de 16 votaciones, aprobadas todas ellas por abrumadora mayoría. Gil podrá canjear por acciones los 2.000 millones de pesetas que dice le adeuda el club.

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Los socios compromisarios del Atlético aprobaron la transformación del club en sociedad anónima. El presidente debatió con los compromisarios durante una hora y veinticinco minutos para explicarles la convenciencia del cambio. El club partirá con un capital social inicial aproximado de 1.400 millones de pesetas. Después, en poco más de tres minutos y sin hacer ninguna pregunta ni observación, los 162 socios presentes aceptaron la solución planteada por José Luis Sierra, asesor jurídico de Gil, para saldar los 2.000 millones de pesetas que la entidad le adeuda. Esta cifra servirá para ampliar el capital social inicial del club como sociedad anónima. Gil podrá canjear esta suma por acciones. El capital pasará a ser de 3.400 millones, Gil será el accionista mayoritario y tendrá el control absoluto de la entidad. La forma en la que los socios podrán hacerse con las acciones del club fue pospuesta.Según Sierra, Gil ejecutaría la deuda si los accionistas no aceptan el canje: "La ampliación de capital se hará en una segunda asamblea, posterior a la de la constitución de la sociedad anónima. En ella los accionistas podrán no hacer caso del mandato político no legal, aprobado hoy por la asamblea. Pero en ese caso, ejecutaríamos la deuda al instante". Otra de las cosas aclaradas por el asesor jurídico de Gil fue la deuda total de la entidad. Según la documentación presentada en la asamblea, la cantidad asciende a 4.100 millones de pesetas. Pero a esta cifra hay que añadir el préstamo de Gil. Por tanto, la deuda total suma casi 6.000 millones de pesetas.Jesús Gil, como era su propósito, consiguió que los socios le aprobaran en una sola tarde el presupuesto, balance de cierre y cuentas de cinco ejercicios y el presupuesto de otro. La que más tiempo le llevó fue la de la temporada 1986-87, ya que se encontró con la oposición de dos socios, Fernando García y Antonio Gómez, que no entendían muy bien algunos detalles del balance y que se llevaron una sonora pita del resto de compromisarios.A toda máquina

Media hora duró la aprobación de ese punto. En cuatro minutos se aprobaron las cuentas de la temporada 1987-88, en uno y medio las de la 1988-89, y en un minuto y doce segundos las de la 89-90. Los restantes puntos del orden del día de la primera asamblea fueron aprobados con la misma rapidez. Al término de esta asamblea, de los 776 compromisarios del Atlético, sólo estaban 155.Sin interrupción, comenzó la segunda, con dos representantes menos. Antes de aprobar las cuentas del ejercicio 1990-91, un socio le preguntó a Gil el dinero que había pagado al club por hacer lucir Marbella en las camisetas del equipo, pero no fue contestado. Gil se limitó a decir que el anterior Ayuntamiento de Marbella le boicoteó la operación. Poco después, el presidente llegó a confesar: "El Atlético gasta a lo mejor más de lo que aparece ahí -por las cuentas-". El caso es que en nueve minutos se aprobaron las cuentas del año pasado y el presupuesto del presente.En la tercera asamblea, al margen de las cuestiones antes citadas, Gil volvió a recibir las críticas de Antonio Gómez, que le acusó de haber realizado una política económica nefasta al frente del club. Se decidió crear una sociedad patrocinadora aparte que financiará el resto de secciones del club.

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