Crítica:

Cuenta conmigo

22.00 / Canal +Stand by me, 1986 (80 minutos). Director: Rob Reiner, Intérpretes: Will Wheaton, River Phoenix, Corey Feldrnan, Jerry O'Connell, Klefer Sutherland. Drama.Cuenta conmigo es otra píldora con laque suavizar nuestra gastritis nostálgica, de la médula, para entendernos, de American graffiti: en esta ocasión, de rango sonoro: Stephen King. Un Stephen King por una vez no terrorífico, aunque sí escalofriante, puesto que de un retroceso mental a nuestra mal moldeada infancia -o la de aquellos chicos de Castle Rock, Oregón, que tanto monta- se trata.

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22.00 / Canal +Stand by me, 1986 (80 minutos). Director: Rob Reiner, Intérpretes: Will Wheaton, River Phoenix, Corey Feldrnan, Jerry O'Connell, Klefer Sutherland. Drama.Cuenta conmigo es otra píldora con laque suavizar nuestra gastritis nostálgica, de la médula, para entendernos, de American graffiti: en esta ocasión, de rango sonoro: Stephen King. Un Stephen King por una vez no terrorífico, aunque sí escalofriante, puesto que de un retroceso mental a nuestra mal moldeada infancia -o la de aquellos chicos de Castle Rock, Oregón, que tanto monta- se trata.

Por supuesto, el latigazo retroactivo entronca, como de costumbre, con aquellos pequeños momentos que se pretenden decisivos y cuyo valor el tiempo idealiza. Aquellas correrías por el puente delante del tren, aquellas noches a la luz del fuego improvisado, aquellos enfrentamientos con la pandIlla de rigor capitaneada por Klefer Sutherland, tan malvado como el padre en Novecento, tan parecido a él físicamente y, sobre todo, el espíritu heróico de estos mocosos caballeros a la búsqueda del Santo Grial un cadáver, en realidad, que les haga hombres.

Todo es el embellicimiento del recuerdo, el de nuestro narrador emblemática y fugaz aparición, de Dreyfuss, un american graffiti boy, sentimentalizado con astucia por las notas musicales de Stand by, me, que a unos les recordará la primera vez que hicieron el amor; a otros, los labios pegajosos por el polo de fresa y aún, a terceros. los primeros palos de esta vida.

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