Francia deja a la selección española virtualmente fuera de Suecia 92

Francia ya tiene prácticamente sus dos pies en Suecia 92. Aunque perdiese en su visita a España en octubre, le bastaría con empatar al recibir a Islandia en noviembre para clasificarse de forma matemática. Ayer tuvo el mérito de reaccionar ante la adversidad y dar la vuelta al marcador en el segundo periodo. La entrada del mediapunta Pérez y la capacidad goleadora de Papin fueron decisivas. Checoslovaquia se agotó demasiado pronto.El seleccionador galo, Michel Platini, fue fiel a su palabra. Había declarado que sería audaz en Bratislava y lo fue. Asumió muchos riesgos y durante bastantes minut...

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Francia ya tiene prácticamente sus dos pies en Suecia 92. Aunque perdiese en su visita a España en octubre, le bastaría con empatar al recibir a Islandia en noviembre para clasificarse de forma matemática. Ayer tuvo el mérito de reaccionar ante la adversidad y dar la vuelta al marcador en el segundo periodo. La entrada del mediapunta Pérez y la capacidad goleadora de Papin fueron decisivas. Checoslovaquia se agotó demasiado pronto.El seleccionador galo, Michel Platini, fue fiel a su palabra. Había declarado que sería audaz en Bratislava y lo fue. Asumió muchos riesgos y durante bastantes minutos se vio con el tanteador en contra. Pero, al cabo, obtuvo la recompensa del triunfo con unas excelentes variantes. Si en la primera mitad el trío atacante, compuesto por Cocard, Papin y Vahirua, se había mostrado algo estático y distanciado de sus centrocampistas, Deschamps y Sauzée, la entrada de Pérez, en sustitución del primero, como un nexo de unión basculante y el decidido apoyo de Angloma y Amorós a la línea media forjaron el éxito.Checoslovaquia, sin sus lesionados Kadlec, Hasek y Skuhravy ni su sancionado Kubik, se mostró aguerrida en los 45 minutos iniciales y tuvo la suerte de que un desvío involuntario de Bolí la pusiera en ventaja. Por unos momentos pareció que podría salirse con la suya y, por extensión,: mantener viva la llama de España. Pero el conjunto de Milan Macala se vino abajo en cuanto Papin exhibió su instinto asesino con un tanto espléndido a servicio del inteligente Pérez. Ni siquiera fue capaz de mantenerse con el mal menor del empate. En. los últimos instantes, cuando, con Knoflicek en liza, intentaba amagar ante Martini, fue cazada por otro contragolpe certero del tándem Pérez-Papin.

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