Crítica:

El bárbaro del ritmo

16.20 / TelemadridEn 1947, George Cukor realizó, a partir de un excelente guión escrito por Ruth Gordon y Garson Kanin -matrimonio en la vida real y ella, ya fallecida, eminente actriz-, Doble vida, que nos refería la historia de un hombre, un actor, que, habiendo de encarnar a Otelo en el teatro, sufría una grave crisis de identidad, obsesionándose con el papel y los instintos asesinos. El bárbaro del ritmo, una coproducción entre México y Cuba, tiene un similar punto de partida. Aquí es el actor que ha de encarnar el personaje del cantante Benny Moré quien sufre e...

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16.20 / TelemadridEn 1947, George Cukor realizó, a partir de un excelente guión escrito por Ruth Gordon y Garson Kanin -matrimonio en la vida real y ella, ya fallecida, eminente actriz-, Doble vida, que nos refería la historia de un hombre, un actor, que, habiendo de encarnar a Otelo en el teatro, sufría una grave crisis de identidad, obsesionándose con el papel y los instintos asesinos. El bárbaro del ritmo, una coproducción entre México y Cuba, tiene un similar punto de partida. Aquí es el actor que ha de encarnar el personaje del cantante Benny Moré quien sufre en sus carnes Isa duplicidad de personalidades, esa mezcla de la realidad y la ficción. A diferencia de la de Cukor, poca consistencia dramática tiene esta película, poco distinguida, excesivamente discursiva, realizada por Sergio Véjar, autor de la delirante Amores prohibidos (folletín en el que dos hermanos, Teresa y Sergio, viven una historia de amor sin límites morales: "Por encima de toda moral, fueron hermanos, amantes, complices...", decia la publicidad) y de Un sábado más, a mayor gloria de los trinos de Pedrito Fernández.

1987 (73 minutos)

Director: Sergio Véjar. Intérpretes: Jorge Montes de Oca, Kenia Gazcón, Beatriz Valdez. Drama.

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