BALONCESTO / CAMPEONATO DE EUROPA

Yugoslavia, pese a los problemas políticos, revalidó su título y arrasó

Ni problemas políticos, ni ambiente adverso, ni árbitros complacientes, ni ... mucho menos, la selección italiana. Yugoslavia ganó por segunda vez consecutiva el Campeonato de Europa y no sólo ganó, sino que arrasó. Los más de 20 puntos de media de diferencia, incluidos los 15 de la final, son suficientes para conocer dónde están unos y dónde se encuentra el resto. No existe, y resulta difícil imaginario a corto plazo, un equipo europeo que pueda hacer sombra a la batería de artistas con que cuenta Yugoslavia en la actualidad.Bozidar Maljkovic, entrenador del Barcelona, intentó explicar, con m...

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Ni problemas políticos, ni ambiente adverso, ni árbitros complacientes, ni ... mucho menos, la selección italiana. Yugoslavia ganó por segunda vez consecutiva el Campeonato de Europa y no sólo ganó, sino que arrasó. Los más de 20 puntos de media de diferencia, incluidos los 15 de la final, son suficientes para conocer dónde están unos y dónde se encuentra el resto. No existe, y resulta difícil imaginario a corto plazo, un equipo europeo que pueda hacer sombra a la batería de artistas con que cuenta Yugoslavia en la actualidad.Bozidar Maljkovic, entrenador del Barcelona, intentó explicar, con motivo de la final de la Copa de Europa, la gran diferencia entre los jugadores yugoslavos y los demás. "Allí todos saben botar, pasar y tirar". Aunque parezca de cajón, en las demás selecciones se pueden contar con los dedos de una mano los jugadores que tienen esas tres cualidades primarias. Si a esto se le suma que son los más altos, los que mejor defienden y que su ambición no conoce límite, el resultado es claro. El Pop-84, campeón europeo de clubes, y la selección yugoslava no conocen la derrota en competición oficial desde Seúl 88.

La final de ayer, como la de Zagreb hace dos años o la de Argentina del Mundial en agosto pasado no tuvo más historia que la crónica anunciada de otra exhibición yugoslava. Empezó Kukoc, siguió Perasovic, y Radja terminó el espectáculo. Fueron 40 minutos de derroche de talento, una más de este equipo que, ocurra lo que ocurra a partir de ahora, tiene un sitio preferente en la historia.

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