Olazábal pierde todas sus opciones en el tercer día

José María Olazábal perdió ayer toda oportunidad de conseguir la victoria en el Open de Estados Unidos, al rematar la tercera jornada con 75 golpes, tres por encima del par del campo. El torneo está dominado por los norteamericanos. Al cierre de esta edición, Scott Simpson había arrebatado la primera posición a su compatriota Payne Stewart.

La jornada sufrió un nuevo retraso a causa de una intensa tormenta, que obligó a suspender el juego durante tres horas. En el ánimo de los presentes estaba la tragedia del jueves, donde un espectador murió alcanzado por un rayo y cinco más resultaron...

José María Olazábal perdió ayer toda oportunidad de conseguir la victoria en el Open de Estados Unidos, al rematar la tercera jornada con 75 golpes, tres por encima del par del campo. El torneo está dominado por los norteamericanos. Al cierre de esta edición, Scott Simpson había arrebatado la primera posición a su compatriota Payne Stewart.

La jornada sufrió un nuevo retraso a causa de una intensa tormenta, que obligó a suspender el juego durante tres horas. En el ánimo de los presentes estaba la tragedia del jueves, donde un espectador murió alcanzado por un rayo y cinco más resultaron heridos.Se esperaba el comportamiento de Stewart, líder tras la segunda jornada, pero aquejado de fuertes dolores en la espalda y en el cuello. Sus dificultades físicas y la presión pudieron con él. En el hoyo 5 cometió un doble bogey y permitió que Scott Simpson tomara la delantera. Simpson, ganador del torneo en 1987, hizo dicho hoyo con un birdie y se situó como principal favorito para ganar el Open. Los estadounidense Nolan Henke y Corey Pavin, que habían comenzado el recorrido con seis golpes por debajo del par del campo, sufrieron un descalabro en la primera parte del recorrido. Los dos hicieron tres bogeys y se situaron a cuatro golpes del líder. Otros veteranos, como Craig Stadler y Fred Couples también perdieron la estela de Simpson.

Para los españoles, la situación está perdida. Ballesteros no pasó el corte y Olazábal demostró ayer que no ha recuperado el estado de juego que tenía antes del Master de Augusta. Aunque situado a siete golpes de Pavin al inicio del recorrido se esperaba una reacción del vasco, pero no llegó.