VUELTA 91

La nieve amenaza las etapas pirenaicas

El frío, la lluvia y durante breves intervalos la nieve condicionaron el desarrollo de la décima etapa de la Vuelta a España, Lloret-Andorra, de 231 kilómetros, que se adjudicó el italiano Guido Bontempi. El danés Per Pedersen eligió tan adversas condiciones para someterse al martirio de rodar durante 195 kilómetros por delante del pelotón. Las inclemencias metereológicas podrían impedir que la etapa de hoy discurriese por el trazado previsto debido a la nieve. Los organizadores negaron ayer haber buscado trazados alternativos.

Pedersen, uno de los cinco nórdicos que figuran con este ap...

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El frío, la lluvia y durante breves intervalos la nieve condicionaron el desarrollo de la décima etapa de la Vuelta a España, Lloret-Andorra, de 231 kilómetros, que se adjudicó el italiano Guido Bontempi. El danés Per Pedersen eligió tan adversas condiciones para someterse al martirio de rodar durante 195 kilómetros por delante del pelotón. Las inclemencias metereológicas podrían impedir que la etapa de hoy discurriese por el trazado previsto debido a la nieve. Los organizadores negaron ayer haber buscado trazados alternativos.

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Pedersen, uno de los cinco nórdicos que figuran con este apellido en el registro de ciclistas profesionales, aprovechó la ocasión para salir del anonimato en uno de los numerosos recesos del pelotón, en el que se registró un incesante movimiento para recoger prendas de abrigo e impermeables de los coches de sus respectivos equipos.El corredor del equipo Amaya, un buen rodador de 27 años, desafió a la adversa climatología y se echó a la aventura nada más empezar, cuando todavía quedaban más de 200 kilómetros para el final. Llegó a disponer de casi 10 minutos de ventaja pero su propio director, Javier Mínguez, advirtió que era esta una escasa renta para tan temerario intento.

Cuando la etapa entraba en su tramo decisivo y a pesar de que no hubo un equipo que asumiera el control de la caza, Pedersen tuvo que claudicar y verse sobrepasado primero por un grupo formado por el suizo Urs Freuler (Telekom), el alemán Christian Henz (Carrera) y el español Juan Carlos Arribas (Artiach) y posteriormente por el pelotón entero.

De los numerosos acelerones que se produjeron cuando ya se presentía la meta tuvo éxito el que realizaron el italiano Guido Bontempi (Carrera) y el alemán Udo Bolts (Telekom). Bontempi, que parece haber perdido parte de la punta de velocidad por la que se hizo famoso en el pelotón internacional, optó por buscar la victoria eludiendo la competencia en los últimos tres kilómetros como ya había intentado en Lloret de Mar.

La dureza de la etapa podría quedar resumida en los 13 abandonos que se produjeron y en las numerosas asistencias médicas que tuvieron que realizar los doctores de la carrera, Txomin Grande y Juan Mari Irigoyen, entre otras las de Carlos Hernández que sufrió un desvanecimiento nada más cruzar la meta.

A ello hay que añadir el considerable tiempo que cedieron algunos corredores como el francés Thierry Claveyrolat (RMO) y los colombianos Martín Farfán (Kelme) y Luis Herrera, que llegaron a cinco minutos, el propio Pedersen, que perdió más de siete minutos o una larga serie de gregarios que acabaron a más de 20 minutos del ganador.

Colombianos

Por otro lado, José Miguel Echávarri y Juan Fernández, máximos responsables técnicos del Banesto y el Clas, comparten el temor hacia los ataques indiscriminados que presumen que intentarán a partir de hoy los corredores, colombianos en las etapas montañosas. La nueva configuración táctica de la carrera, tras la contrarreloj de Cala d'Or ha alejado notablemente a varias figuras del ciclismo colombiano de los primeros puestos de la clasificación general. "Ellos pueden ser los jueces de la carrera. Me da miedo que se pierda el control aunque Induráin no se va a plantear las cosas a la tremenda. Yo le he dicho que debe actuar con un anteojo e ir graduando la distancia para, sin necesidad de estar a su lado constantemente, tener a tiro a Parra, Farfán, Mejía, Herrera y todos los escaladores", dijo Echavarri.

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