El Ejército yugoslavo tiene luz verde para evitar choques étnicos

La presidencia colectiva de Yugoslavia considera que el país balcánico se encuentra al borde de la guerra civil y ha dado vía libre al Ejército para que intervenga directamente a fin de evitar los choques étnicos, que en los últimos días se han cobrado 19 vidas, la mayoría de ellas de policías croatas; asesinados por serbios.

En una reunión de emergencia celebrada en la noche del sábado y la madrugada del domingo, la máxima instancia de poder yugoslava exigió que se detengan, "de forma inmediata e incondicional, todas las actividades que puedan provocar nuevos disturbios y enfrentamient...

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La presidencia colectiva de Yugoslavia considera que el país balcánico se encuentra al borde de la guerra civil y ha dado vía libre al Ejército para que intervenga directamente a fin de evitar los choques étnicos, que en los últimos días se han cobrado 19 vidas, la mayoría de ellas de policías croatas; asesinados por serbios.

En una reunión de emergencia celebrada en la noche del sábado y la madrugada del domingo, la máxima instancia de poder yugoslava exigió que se detengan, "de forma inmediata e incondicional, todas las actividades que puedan provocar nuevos disturbios y enfrentamientos".Hasta ahora, el Ejército sólo estaba autorizado a ejercer una función disuasoria. La decisión de la presidencia colectiva permite, en la práctica, que los soldados actúen como tampón entre serbios Y croatas. No se decidió, sin embargo, la declaración de estado de emergencia en las zonas de máxima tensión: los enclaves de Croacia en los que hay mayoría o una alta proporción de ciudadanos de origen serbio.

Los blindados comenzaron ayer a tomar posiciones en los puntos más conflictivos de Croacia, como Vukovar (donde serbios y croatas levantaron barricadas inmediatamente después del asesinato de 12 policías croatas en la cercana Borovo Selo), Dvor na Uni y Sotin.

También el Gobierno federal, que encabeza Ante Markovic, se reunió la noche del sábado para aprobar un paquete de reformas, que será sometido al Parlamento, apoyar un papel más activo del Ejército y pedir a la población que se abstenga de "provocaciones" que agraven la crisis.

Entretanto, Croacia lloraba a sus muertos, con miles de velas ardiendo en su memoria y denuncias de los "terroristas serbios", que, según el vicepresidente yugoslavo Stipe Mesic, croata, "sacaron los ojos a los policías y les arrancaron la cabeza".

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