Bubka eleva un centímetro su rércord mundial de pértiga
El pertiguista soviético Sergei Bubka batió ayer su récord del mundo de pértiga, al franquear el listón situado en 6,11 metros durante la reunión atlética en sala de Donetsk (Unión Soviética). Se trata de la 24, plusmarca mundial que el atleta consigue en la especialidad.
El anterior récord de Bubka fijó el listón en 6,10 metros, marca conseguida recientemente en San Sebastián. El obtenido ayer es el 131 que consigue en pista cubierta, impresionante escalada que comenzó en 1984 en Vilna, con una salto de 5,81 metros. El soviético ya consiguió otra plusmarca anteriormente en Donetsk, en ...
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El pertiguista soviético Sergei Bubka batió ayer su récord del mundo de pértiga, al franquear el listón situado en 6,11 metros durante la reunión atlética en sala de Donetsk (Unión Soviética). Se trata de la 24, plusmarca mundial que el atleta consigue en la especialidad.
El anterior récord de Bubka fijó el listón en 6,10 metros, marca conseguida recientemente en San Sebastián. El obtenido ayer es el 131 que consigue en pista cubierta, impresionante escalada que comenzó en 1984 en Vilna, con una salto de 5,81 metros. El soviético ya consiguió otra plusmarca anteriormente en Donetsk, en 1990 (6,05 metros).Bubka, campeón olímpico en 1988, ha mejorado en cinco centímetros su marca en sólo un mes, lo que da fe de su absoluto dominio de la especialidad. Por si eso no bastara, en Sevilla, en los recientes campeonatos del mundo en pista cubierta, el soviético consiguió la medalla de oro con un salto de 6 metros.
Lo logrado ayer no hace sino aumentar el impresionante palmarés de este saltador único. Bubka, a sus 27 años de edad, fue campeón olímpico en 1988, en Seúl, campeón del mundo al aire libre en 1983 y 1987, y campeón de Europa en 1986. En pista cubierta, es el vigente campeón mundial, título que ya consiguió también en 1985 y 1987. En 1985 obtuvo el título europeo en sala. Asimismo, es el primer pertiguista que consiguió superar la mítica barrera de los seis metros. Físicamente, Bubka parece no conocer límites. Mentalmente, existen dudas, sobre todo por su adaptación a un nuevo sistema de vida tras su fichaje por un club berlinés.