El conductor heroinómano del metro, condenado a cinco meses

Miguel Ángel Tutor Chamorro, el conductor del metro que bajo los efectos de la heroína provocó una colisión de trenes en la estación de Menéndez Pelayo en diciembre de 1983, ha sido condenado a cinco meses de arresto, pese a que el ministerio fiscal pidió para él una sentencia de cuatro años de prisión. El procesado no tendrá que cumplir la pena al carecer de antecedentes, y tampoco tendrá que hacer frente a las indemnizaciones al haber sido declarado insolvente.La sentencia despeja las dudas sobre el momento en que Miguel Ángel Tutor consumió la heroína y declara probado que se inyectó durant...

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Miguel Ángel Tutor Chamorro, el conductor del metro que bajo los efectos de la heroína provocó una colisión de trenes en la estación de Menéndez Pelayo en diciembre de 1983, ha sido condenado a cinco meses de arresto, pese a que el ministerio fiscal pidió para él una sentencia de cuatro años de prisión. El procesado no tendrá que cumplir la pena al carecer de antecedentes, y tampoco tendrá que hacer frente a las indemnizaciones al haber sido declarado insolvente.La sentencia despeja las dudas sobre el momento en que Miguel Ángel Tutor consumió la heroína y declara probado que se inyectó durante su jornada laboral, la misma tarde del accidente. En el juicio, Tutor dijo que se pinchaba una vez a la semana y que la última vez que se había inyectado fue dos o tres días antes del accidente. Sin embargo, la sentencia da mayor crédito a los análisis toxicológicos que detectaron morfina (sustancia en la que metaboliza la heroína), la cual tiene una vida en sangre de unas cinco horas.

El accidente se produjo el 12 de diciembre de 1983, sobre las 20.40, entre las estaciones de Atocha y Menéndez Pelayo. Bajo el efecto de la droga, el conductor distrajo su atención y no observó un primer semáforo situado a 500 metros de la estación de Menéndez Pelayo que se encontraba en ámbar.

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La sentencia dice que el conductor del metro se inyectó heroina durante su jornada laboral

Viene de la página 1Tampoco se dio cuenta de un segundo, situado a 170 metros, que estaba en rojo y prohibía continuar la marcha.

Cuando el conductor drogado se apercibió de la presencia de otro tren detenido en Menéndez Pelayo, accionó el sistema de frenado, pero ante la inminente colisión abandonó la cabina y se tiró al suelo del vagón. El tren colisionó con el que le precedía y lo desplazó 25 metros. Uno de sus vagones descarriló y alcanzó a otro tren estacionado en la vía contraria. El accidente causó 100 heridos de diversa consideración, y los daños ocasionados a los tres trenes y a las instalaciones eléctricas y fijas ascendieron a más de 47,5 millones.

Al haberse inyectado voluntariamente heroína, Miguel Angel Tutor "se colocó en una situación voluntaria y propicia a la desatención", según la sentencia, que, sin embargo, dice que esta conducta no fue "intencional ni maliciosa".

Imprudencia temeraria

Los magistrados consideran que la imprudencia de Miguel Ángel Tutor fue temeraria porque su condición de conductor del metro "implica una mayor responsabilidad al tratarse de un transporte colectivo".

La resolución judicial fija las indemnizaciones a que deberá hacer frente la Compañía Metro de Madrid por insolvencia del conductor y que oscilan entre las 5.000 pesetas y los 25 millones de pesetas que deberá percibir María Ángeles Torija Mensegar, quien sufre incapacidad permanente total para desempeñar su trabajo de dependienta. María Angeles Torija, que precisa muletas para andar, se personó en el proceso como acusación particular y solicitó 60 millones de pesetas de indemnización y seis años de cárcel para Miguel Ángel Tutor.

El fallo condena al maquinista a cinco meses de arresto y suspensión como conductor de metro durante ese tiempo, y a la Compañía Metro de Madrid, a hacerse cargo subsidiariamente de las indemnizaciones a los lesionados.

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