Johnson busca excusas para sus pobres resultados iniciales

Las excusas no le bastan al atleta canadiense Ben Johnson. Al menos, ésa es la impresión que da durante sus primeras competiciones después de dos años de suspensión por su positivo en el control antidroga de los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Ansía tanto recobrar su antigua consideración del hombre más veloz que aparenta no aceptar su propia mortalidad o las consecuencias de 28 meses sin competir. En la madrugada pasada lo hizo en su país, en Ottawa, pero sobre 55 metros, no sobre 50.Su derrota precedente, en Los Ángeles (Estados Unidos) el día 18 y sobre 50, la achacó a los carriles estr...

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Las excusas no le bastan al atleta canadiense Ben Johnson. Al menos, ésa es la impresión que da durante sus primeras competiciones después de dos años de suspensión por su positivo en el control antidroga de los Juegos Olímpicos de Seúl 88. Ansía tanto recobrar su antigua consideración del hombre más veloz que aparenta no aceptar su propia mortalidad o las consecuencias de 28 meses sin competir. En la madrugada pasada lo hizo en su país, en Ottawa, pero sobre 55 metros, no sobre 50.Su derrota precedente, en Los Ángeles (Estados Unidos) el día 18 y sobre 50, la achacó a los carriles estrechos, que no le dejaban estirar los brazos lo suficiente para realizar una buena salida. Como en la semana anterior en Hamilton (Canadá), arrancó tarde y no logró recuperarse. Finalizó de nuevo el segundo, aunque en esta ocasión por detrás del norteamericano André Cason, que invirtió 5,69 segundos, un récord. La marca de Johnson, 5,74, fue respetable al batir por una centésima la canadiense, de Desai Williams, pero está muy por debajo de la propia de 5,55 conseguida durante sus años de consumo de anabolizantes.

Es posible que Johnson, a sus 30 años, esté preocupado por su rentabilidad. Se le pagaron 30.000 dólares (2.850.000 pesetas) por competir en Los Angeles, una suma que no podrá mantener si no recobra su antigua forma. Los diarios californianos fueron duros con él. El Times tituló: "De nuevo segundo, Johnson tiene más explicaciones". El Daily News proclamó: "un Ben decepcionado busca excusas".

"Que no cunda el pánico"

Su entrenador, el estadounidense Loren Seagrave, insiste en que "no hay razón para que cunda el pánico" y en que sigue convencido de que apenas es cuestión de tiempo que su corredor vuelva a triunfar. "No estoy defraudado ni en lo más mínimo", dijo al Toronto Star; "ahora es cuando hay que reconocer que la paciencia es una virtud, máxime tratándose de un deportista. No hay que asustarse. Debemos seguir como acordamos, con el entrenamiento diario que planeamos. Es cuestión de recuperar la forma poco a poco".Los carriles de Los Angeles eran mucho más estrechos que los olímpicos. Pero Seagrave reconoció, que tales variaciones son uno de los inconvenientes de la pista cubierta y que otros le hubieran dado a Johnson lo mismo. "Fue algo para lo que no pudimos prepararnos", advirtió, "porque su técnica de salida es tan específica que dudo que hubiésemos podido cambiarla en una semana con un resultado satisfactorio". Seagrave agregó que es muy pronto para que los aficionados tengan una opinión concreta sobre el retorno de Johnson: "Se le recuerda cuando era el mejor, cuando culminaba diez años de preparación encaminada a que tuviera el punto idóneo en el momento justo. No podemos lograr eso tan deprisa".

Cason opinó que Johnson puede recobrar sus condiciones: "Acaba de regresar tras una ausencia de 28 meses. No puede esperar ser inmediatamente el mejor. Pero aspirará al oro en los Campeonatos del Mundo".

Seagrave, aun aparentando calma, confirmó un dato que denota preocupación: en Los Ángeles había puesto cámaras de vídeo a los 15 y los 35 metros para analizar la técnica de Johnson.

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