VELA

Pedro Campos: "Lo esencial es que el 'España 92' no se rompa en la Copa America"

Pedro Campos Calvo Sotelo, presidente del desafío español a la Copa América de 1992 y máximo responsable del velero España 92, ha manifestado: "Lo fundamental es que no se rompa la quilla del barco en la competición, el próximo año, en San Diego (EEUU)". Campos reconoció: "No es habitual que un velero de alta competición sufra accidentes como el del 4 de enero, en el que volcó en aguas de Mallorca al sufrir la rotura de la quilla". También salió al paso de las críticas del sector naútico privado español, marginado del proyecto, al asegurar que en el España 92 participa el 95% de la industria n...

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Pedro Campos Calvo Sotelo, presidente del desafío español a la Copa América de 1992 y máximo responsable del velero España 92, ha manifestado: "Lo fundamental es que no se rompa la quilla del barco en la competición, el próximo año, en San Diego (EEUU)". Campos reconoció: "No es habitual que un velero de alta competición sufra accidentes como el del 4 de enero, en el que volcó en aguas de Mallorca al sufrir la rotura de la quilla". También salió al paso de las críticas del sector naútico privado español, marginado del proyecto, al asegurar que en el España 92 participa el 95% de la industria naval del país.

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Campos ordenó, tras el accidente del España 92, una exhaustiva investigación para averiguar las causas de la rotura de la quilla. El presidente del proyecto español señaló: "Hasta ahora no se ha detectado fallo alguno en el repaso de los cálculos teóricos y del dimensionado del casco del barco por lo que las causas de la rotura apuntan a un defecto de fabricación de los tornillos o bulones de acero inoxidable que sujetaban el bulbo a la parte del carbono de la quilla".Campos está a la espera del resultado de los análisis que efectúa el Centro de Inspección y Asistencia Técnica (CIAT), un laboratorio metalúrgico de Madrid, encargado de analizar los dos únicos tornillos que se pudieron rescatar tras el accidente, de los 22 que sujetaban el bulbo a la parte de carbono de la quilla.

El máximo responsable del desafio español quiso restar importancia al accidente del velero español aunque admitió: "La quilla de un barco que participa en la Copa del América tiene una importancia radical porque sustenta y aguanta, sin límite, toda la estabilidad de la embarcación". La clase Copa América se diferencia del resto de las competiciones de vela, en concreto, del International Offshore Rules (IOR) -el reglamento técnico que rige las regatas de los maxis hasta las embarcaciones de la clase del cuarto de tonelada- en que la estabilidad del barco no está penalizada.

Campos recalcó: "Este primer velero es experimental y la quilla es un elemento de investigación pura". También matizó que en el presupuesto de la quilla -150 millones de pesetas- se incluye todo el programa de desarrollo e investigación de quillas del España 92 y la construcción de cinco quillas en total.

El presidente del España 92 justificó la construcción del bulbo de la quilla en Iron (Inglaterra) "porque era más barato su fabricación". El resto de la quilla fue construido y revisado en España por Construcciones Aeronáuticas S.A. (CASA), una de las empresas públicas españolas que apoyan el proyecto español con 500 millones de pesetas.

Tecnología extranjera

Campos manifestó que no se ha marginado al sector naútico español en el España 92, tras las críticas de empresarios y técnicos hacia el proyecto, a raíz de la rotura de la quilla [véase EL PAÍS del pasado 10 de enero]. Campos argumentó: "En el proyecto está representado el 95% del volumen de facturación anual de la industria naval española. Sólo con Astilleros Españoles, que se ha encargado de la construcción del velero, constituye el 80%, con siete factorías".Campos explicó que la idea para participar por vez primera en la Copa América, tenía que ser un proyecto estatal "porque quien se beneficia es la nación en su conjunto". El presidente del sindicato español señaló que Astilleros Españoles es el único "capaz de justificar una inversión de 500 millones de pesetas para poder rentabilizar esa cantidad, por su volumen de facturación".

El máximo responsable del España 92, justificó la compra de tecnología extranjera al afirmar: "Hemos adquirido esa tecnología, inexistente en España, para comprobar la bondad del primer prototipo, ya que si tuviéramos que crear nosotros esas herramientas tan sofisticadas, estaríamos meses, incluso años, para llegar al nivel de los demás. Era una cuestión de tiempo y de dinero". También confirmó el asesoramiento de la oficina del neozelandés Bruce Farr, el mejor diseñador de veleros en el mundo, en el proyecto español.

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