El Madrid, obligado a planificar semana a semana su preparación por errores de la 'era Toshack'

"Si se le deja de echar gasolina, hasta el mejor coche acaba deteniéndose al agotarse su inercia". Es una frase que se oye por la Ciudad Deportiva del Real Madrid. La preocupación es común a los técnicos y los jugadores, algunos de los cuales creen que se están pagando ciertos errores de la era Toshack. Entonces hubo integrantes de la plantilla que complementaron por sí mismos su preparación física en determinados momentos. Ahora se planifica el trabajo semana a semana en función de las circunstancias. En este clima, el técnico Alfredo Di Stéfano manifestó ayer que algunos jugadores piensan de...

"Si se le deja de echar gasolina, hasta el mejor coche acaba deteniéndose al agotarse su inercia". Es una frase que se oye por la Ciudad Deportiva del Real Madrid. La preocupación es común a los técnicos y los jugadores, algunos de los cuales creen que se están pagando ciertos errores de la era Toshack. Entonces hubo integrantes de la plantilla que complementaron por sí mismos su preparación física en determinados momentos. Ahora se planifica el trabajo semana a semana en función de las circunstancias. En este clima, el técnico Alfredo Di Stéfano manifestó ayer que algunos jugadores piensan demasiado en la tribuna.

Alfredo di Stéfano, Ramón Moreno Grosso, José Antonio Camacho y Fernando Mata intercambian impresiones antes de cada sesión preparatoria. Contrastan sus criterios para desarrollarla de la manera más práctica posible. No ignoran sus limitaciones al haberse hecho cargo del conjunto tras la destitución, a mediados de noviembre, del galés John Toshack. Conscientes de que, en plena competición, no pueden realizar un radical borrón y cuenta nueva, vienen planificando el trabajo semana a semana. Observan cómo responden los jugadores ante un esfuerzo concreto y proceden en consecuencia.Pero la experiencia más reciente les ha sido escandalosamente negativa. La goleada sufrida frente a Osasuna les ha supuesto todo un mazazo. Entre otras razones, porque el cansancio del equipo sobre el césped fue evidente. Su conclusión inmediata es que hay que suavizar los entrenamientos. Durante los 15 días precedentes, al margen del paréntesis navideño, habían sido fuertes. Pero Butragueño y sus compañeros los han acusado. No les queda más remedio que aminorarlos en principio para, de forma paulatina, incrementarlos después.

Los recelos sobre una planificación deficiente en la etapa inmediatamente anterior, la de Toshack, se han acentuado. Ya hay quienes recuerdan que en la pasada campaña no se trabajaron a fondo los músculos abdominales y que varios jugadores optaron por complementar en algunos momentos su preparación acudiendo a diversos gimnasios. La sensación que se respira es que Toshack descuidó aspectos muy importantes.

El cuadro, que partía con la excelente base física adquirida en otras temporadas, cuando Mata [relegado por el británico a las secciones inferiores del club] colaboraba con el holandés Leo Beenhakker, ganó la Liga por quinta vez sucesiva y marcó más de cien goles. Pero su "gasolina" y su "inercia" se han consumido, lo que, unido a las bajas definitivas de elementos tan significativos en él como Schuster y Martín Vázquez o la temporal de Gordillo, ha contribuido a que el Barcelona le aventaje por ocho puntos precisamente cuando otro holandés, Johan Cruyff, ha dejado de asumir todas las facetas preparatorias y ha devuelto la física a Ángel Vilda, a quien Luis Aragonés se llevó consigo al Camp Nou.

El Madrid está forzado a no bajar la guardia antes de tiempo en ningún torneo. Por añadidura, el Sporting de Gijón, el Atlético de Madrid y el propio Barcelona, sus tres próximos rivales ligueros, le amenazan con deteriorar aún más su imagen y ahondar su crisis. Pero, pese a ello, hay técnicos y jugadores que piensan que lo más coherente es reestructurarse "a marchas forzadas" y conceder prioridad absoluta a la Copa de Europa, un torneo que se resiste al Madrid desde los años 60: "Sea como sea, hay que llegar en forma a marzo".