Las eléctricas intentan presentar una única propuesta de reordenación del sector

Las compañías eléctricas españolas acordaron el pasado miércoles dar una nueva vuelta de tuerca a sus propuestas sobre la reordenación del sector en un último intento de aunar puntos de vista y de recuperar la imagen de unión que tradicionalmente ha existido entre ellas. El objetivo primordial, según se decidió por mayoría, es acercar las posiciones para coordinar una contestación de todo el sector tras la próxima reunión, prevista para el miércoles 9 de enero. Aunque no parece que se vaya a llegar a ningún acuerdo, la discusión se centra en presentar las distintas propuestas que existen por s...

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Las compañías eléctricas españolas acordaron el pasado miércoles dar una nueva vuelta de tuerca a sus propuestas sobre la reordenación del sector en un último intento de aunar puntos de vista y de recuperar la imagen de unión que tradicionalmente ha existido entre ellas. El objetivo primordial, según se decidió por mayoría, es acercar las posiciones para coordinar una contestación de todo el sector tras la próxima reunión, prevista para el miércoles 9 de enero. Aunque no parece que se vaya a llegar a ningún acuerdo, la discusión se centra en presentar las distintas propuestas que existen por separado o una sola que recoja los puntos de acuerdo y de desacuerdo de cada sociedad.

El encuentro del pasado miércoles fue suficientemente claro como para aventurar que será difícil aunar posiciones. Antes del día 9, no obstarte, es posible que el presidente de UNESA, Julián Trincado, se reúna con el ministro de Industria, Claudio Aranzadi, y con el secretario general de la Energía, Ramón Pérez Simarro.Según fuentes de las propias empresas, existe una gran cofianza por parte de las compañías "de poder presentar un solo papel", cosa que, por otra parte, sería mejor recibida por Industria. Sin embargo, esas mismas fuentes reconocen que "hay que hacer un esfuerzo muy serio para conseguirlo". La propuesta única fue contestada principalmente por los representantes de Iberduero e Hidrola, empresas que han elaborado una propuesta conjunta en la que han mostrado el mayor rechazo a los objetivos definidos por Industria y que son los menos interesados en involucrarse dentro de una sola panorámica del sector.

El principal problema que se pueden encontrar los defensores de la única propuesta es precisamente la existencia de más puntos de desacuerdo que de acuerdo. Hay que partir para ello de las directrices que transmitió Industria a UNESA: constitución de una sociedad que gestione los activos nucleares, separación de los otros activos de generación de los de distribución para crear posteriormente dos o tres compañías que aglutinen a las actuales, quedando la distribución como hasta ahora.

Los puntos de encuentro entre las compañías y de éstas con Industria son más bien filosóficos, como el objetivo de reducir los costes y coordinar en común las inversiones de futuro, englobándolas en un mismo saco. Existe bastante coincidencia en la sociedad de gestión nuclear, aunque con matices.

Algunas empresas han subrayado que no todas las nucleares son iguales y que los que las tienen malas están deseando desprenderse de ellas y mezclarlas con las buenas. No obstante, según fuentes sectoriales, eso se arregla dándole a cada compañía el valor real de su participación, aunque reconocen que sería una tarea "casi de laboratorio".

Los principales puntos de desacuerdo están centrados principalmente en la propuesta realizada por Iberduero e Hidrola. El resto de empresas no están dispuestas a admitir que se haga un tratamiento especial a los activos en moratoria de manera que ello permita recuperar las inversiones realizadas. Iberduero, en concreto, ha pedido que las inversiones hechas en la central de Lenióniz se amorticen en nueve años, dando por sentado que no se va a levantar la moratoría que pende sobre ella. El resto de empresas no admiten que activos en moratoria se amorticen antes que los que están en funcionamiento. "Como mucho, en el mismo plazo", según una de las fuentes consultadas. Hidrola también tiene el 50% de Valdecaballeros, el mismo porcentaje que Sevillana, que, sin embargo, no se ha unido a esa propuesta.Iberduero e Hidrola reseñan en su propuesta que asumirían la responsabilidad de invertir lo que haga falta en generación si un porcentaje de la tarifa se destina a pagar dichas inversiones en el año en que se hacen. A esto también se han opuesto las empresas, porque las inversiones previstas para los próximos años en generación son bastante abordables -en torno a 1,5 billones de pesetas en los próximos 10 años, según datos del sector-, mientras que en distribución y transformación se elevan a 2,7 billones para el mismo periodo, según esa misma. fuente de datos.

En cuanto a la segregación de los activos de generación no nucleares de los de distribución hay diferencias con Industria. Unión Eléctrica Fenosa, a cuya propuesta se agregó Fecsa, pidió que la agrupación de generación se haga respecto a inversiones futuras, manteniéndose las pasadas como hasta ahora. De esta forma, Fecsa podría continuar con esperanza en el proyectado holding catalán, tal como quiere su presidente, Luis Magaña. Es decir, con activos de generación y de distribución, y no sólo de distribución, como pretende Industria.

Lo mismo piensan las pequeñas compañías, Viesgo e Hidrocantábrico, cuya limitación provincial les permitiría abordar excepciones a la norma general. No obstante, Viesgo e Hidrocantábrico se opusieron a desprenderse de los activos que tienen, tanto nucleares como de otro tipo. La propia dimensión que tienen no les permitiría, según sus postulados, reducir los costes fijos que soportan.

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