El descanso de Kárpov perjudica a la organización del Mundial

El ajedrez es una mina de noticias extrañas. El soviético Anatoli Kárpov, subcampeón del mundo, que pierde por 11,5-9,5 frente a su compatriota Gari Kaspárov, actual titular, en el encuentro que ambos disputan en Lyón (Francia), provocó ayer otra más al consumir su último descanso reglamentario. En consecuencia, la 2 a partida, que será la última si gana Kaspárov, debe jugarse el día de Nochebuena. Al cierre de esta edición, los organizadores estudiaban la aplicación de una claúsula del reglamento que permite "descansos técnicos" por razones excepcionales.Kaspárov puede renovar su título de ca...

El ajedrez es una mina de noticias extrañas. El soviético Anatoli Kárpov, subcampeón del mundo, que pierde por 11,5-9,5 frente a su compatriota Gari Kaspárov, actual titular, en el encuentro que ambos disputan en Lyón (Francia), provocó ayer otra más al consumir su último descanso reglamentario. En consecuencia, la 2 a partida, que será la última si gana Kaspárov, debe jugarse el día de Nochebuena. Al cierre de esta edición, los organizadores estudiaban la aplicación de una claúsula del reglamento que permite "descansos técnicos" por razones excepcionales.Kaspárov puede renovar su título de campeón hasta 1993 y dar por concluido el duelo que ha mantenido durante seis años con Kárpov, salvo que éste gane el próximo torneo de candidatos, un día de Nochebuena, o de Navidad si la partida se aplaza mañana a las 22.00 horas, tras cinco de juego. Sería una fecha señalada para la historia, pero muy poco apropiada para todos.

Justificación

En conversación telefónica con EL PAÍS, Kárpov justificó así su decisión: "Me sentía un poco enfermo al levantarme y decidí llamar al árbitro para utilizar mi último descanso. Todavía tengo una posibilidad de ganar y quiero aprovecharla". Las tres partidas que Kárpov ha perdido en la etapa de Lyón comenzaron en sábado.En la sala de Prensa se oía otra interpretación peor intencionada: Kárpov, diputado del Parlamento soviético, quiere retrasar al máximo su vuelta a Moscú en vista de la difícil situación política de su país e intenta que el previsible triunfo de Kaspárov se produzca con pocos espectadores.

Los organizadores también están preocupados por la posibilidad de que el próximo juego termine en tablas. En ese caso, Kaspárov conservará su corona pero se habrá de disputar al menos otra partida porque en caso de empate final a doce puntos los 235 millones de pesetas se repartirán al 50% entre ambos.

Las personas implicadas en un posible descanso técnico para mañana discrepaban ayer en cuanto al procedimiento. Según el filipino Florencio Campomanes, presidente de la Federación Internacional (FIDE), y el holandés Geurt Gijssen, árbitro principal, esa claúsula sólo puede aplicarse si los dos jugadores están de acuerdo.

Kárpov tenía una opinión distinta: "Este asunto me fastidia mucho. El 7 de noviembre de 1985, día de la revolución soviética, durante nuestro segundo encuentro en Moscú, yo sugerí que no hubiera partida. Los organizadores consultaron a Kaspárov, lo que resulta innecesario según mi interpretación del reglamento , y él se negó alegando que esa fiesta celebra un triunfo de] totalitarismo comunista. El mismo error está a punto de cometerse ahora".