España rememoró ante Albania el día de Malta

La selección española rememoró ayer frente a la de Albania la histórica goleada conseguida en Sevilla en 1983 frente a Malta. Aunque en esta ocasión no fueron 12 los goles, las nueve dianas logradas anoche por los hombres de Luis Suárez suponen una clara ventaja para el equipo español a la hora de lograr la clasificación para la Eurocopa de Suecia. El encuentro sirvió además para que Emilio Butragueño, que consiguió cuatro tantos, se convierta en el jugador español que más goles ha marcado en la historia de la selección española.Albania se mostró más débil de lo esperado. Saltó al campo con un...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

La selección española rememoró ayer frente a la de Albania la histórica goleada conseguida en Sevilla en 1983 frente a Malta. Aunque en esta ocasión no fueron 12 los goles, las nueve dianas logradas anoche por los hombres de Luis Suárez suponen una clara ventaja para el equipo español a la hora de lograr la clasificación para la Eurocopa de Suecia. El encuentro sirvió además para que Emilio Butragueño, que consiguió cuatro tantos, se convierta en el jugador español que más goles ha marcado en la historia de la selección española.Albania se mostró más débil de lo esperado. Saltó al campo con una velocidad endiablada en su juego, y creó incluso dos ocasiones de susto para Zubizarreta. Pero la aparente entereza albanesa sólo duró 20 minut9s ante los constantes envites del conjunto español. A partir de ese momento el equipo de Agron Sula se entregó con nobleza ante la evidente superioridad hispana, sin hacer uso del juego duro, a pesar de que el campo lo propiciaba, y dejó a la selección española que bordase el fútbol y consiguiera el objetivo previsto de la goleada.

Más información

A España, no obstante, le costó encontrar el camino del gol. Sobre todo, porque los albaneses, una vez repuestos del tormentoso viaje hasta Sevilla, salieron al césped del Sánchez Pizjuán con las pilas recargadas y como si por un momento se les hubiese olvidado dónde se encontraban y contra quién se enfrentaban: un rival que en su último partido les había hecho cinco goles en la misma ciudad como escenario.

España, que jugó con sólo tres defensas vio peligrar su integridad a los cinco minutos cuando un disparo de Kola fue rechazado con apuros por Zubizarreta y Kujsita no pudo culminar el ataque. Pero la técnica se impuso pronto a la efímera fuerza albanesa y Butragueño, muy inspirado anoche, comenzó a encauzar los balones que Golcoechea, Amor y Martín Vázquez llevaban sin dificultad hasta el ataque español, donde se refugiaban los rivales.

Fue precisamente el extremo

Archivado En