Crítica:

El último emperador

The last emperor, 1987 (157 minutos). Director: Bernardo Bertolucci. Intérpretes: John Lone, Peter O'Toole, Joan Chen. Drama.Nadie hubiera dicho que la vida de Pu Yi -el último emperador de China, coronado a los tres años entre los muros de la sugestiva Ciudad Prohibida- contada en cine se convertiría en uno de los más grandes éxitos de la década de los ochenta. Pero así fue. ¿Por qué? El nombre de Bertolucci podría ser un motivo razonable, sin duda, pero el poco alcance de su anterior largometraje (La tragedia de un hombre ridículo) podría Invalidarlo. Los nueve ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

The last emperor, 1987 (157 minutos). Director: Bernardo Bertolucci. Intérpretes: John Lone, Peter O'Toole, Joan Chen. Drama.Nadie hubiera dicho que la vida de Pu Yi -el último emperador de China, coronado a los tres años entre los muros de la sugestiva Ciudad Prohibida- contada en cine se convertiría en uno de los más grandes éxitos de la década de los ochenta. Pero así fue. ¿Por qué? El nombre de Bertolucci podría ser un motivo razonable, sin duda, pero el poco alcance de su anterior largometraje (La tragedia de un hombre ridículo) podría Invalidarlo. Los nueve oscars concedidos (nueve sobre nueve nominaciones, toda una proeza, y una exageración también) son, sin embargo, factor seguro de su triunfo. El triunfo de una película bella, espectacular y elegante (la suntuosidad de los movimientos de cámara, su virtuosismo, certifican la gran categoría de Bertolucci, más allá de todo comentario detractor, que los tuvo, por su prisma ideológico). A destacar igualmente la hermosa banda sonora, de Ryuichi Sakamoto y David Byrne en antológica conjunción.

Archivado En