Gil obtiene el apoyo de la asamblea del Atlético para hacer su "revolución"

El Atlético de Madrid no se retira de la Liga, pero emprenderá cuantas acciones legales, incluida la impugnación del partido de la pasada jornada con el Athletic de Bilbao, estimen procedentes Jesús Gil y sus asesores jurídicos para tratar de erradicar "el fraude arbitral" que, según su presidente, "adultera" la competición. A esa conclusión llegó ayer la asamblea general extraordinaria del club, convocada con carácter consultivo y a la que sólo asistieron unos 2.500 de sus 28.000 socios, entre ellos unos 350 de sus 726 compromisarios. Gil, que habló varias veces de "revolución", terminó firma...

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El Atlético de Madrid no se retira de la Liga, pero emprenderá cuantas acciones legales, incluida la impugnación del partido de la pasada jornada con el Athletic de Bilbao, estimen procedentes Jesús Gil y sus asesores jurídicos para tratar de erradicar "el fraude arbitral" que, según su presidente, "adultera" la competición. A esa conclusión llegó ayer la asamblea general extraordinaria del club, convocada con carácter consultivo y a la que sólo asistieron unos 2.500 de sus 28.000 socios, entre ellos unos 350 de sus 726 compromisarios. Gil, que habló varias veces de "revolución", terminó firmando autógrafos.

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Al final, ni siquiera hubo votación a mano alzada para pronunciarse por una de las prop iestas de Gil. La aclamación mayoritaría fue suficiente para que prosperase la segunda de ellas, o sea la continuidad del club en el campeonato liguero mientras ejercita cuantas acciones legales tiene preparadas para demostrar "con pruebas irrefutables" ante los tribunales ordinarios, "que no son un cachondeo", su "adulteración" por culpa del "fraude arbitral". La primera se refería a la retirada del torneo "con todas las consecuencías", incluso la de su "paralización", y a la lucha "a muerte" para pener en evidencia "los males" existentes.Gil proclamó reiteradamente que no quería influir en el criterio de los asistentes y les advirtió que no tenían motivos para asustarse" porque "la presun ción de arbitrariedad" es admití da por la justicia y, en conse cuencia, "los que consienten la trampa no están capacitados en modo alguno para descender de categoría al equipo". Pero se cui dó.de dejar abierta la opción de mantener una espera prudencia hasta que el Consejo Superior de Deportes, la Federación Españo la y la propia Liga de Clubes solucionen un problema de¡ que son "conscientes".

"Ni un robo más"

La exposición de Gil a los 2.500 de los 28.000 socios presentes, entre los cuales estaban unos 350 de sus 726 compromisarios, tendió a sentenciar que el Atlético nunca ganará título alguno "de no modificarse la actual estructura arbitral mediante la profesionalización de los colegiados, que seguirían incurriendo en errores humanos, pero que ya no se equivocarían siempre a favor del mismo", en alusión al Real Madrid, al que se preocupó de no nombrar casi en ningún instante, así como tampoco a su homólogo blanco, Ramón Mendoza."No importa quién esté sentado en nuestro palco, no importa quién ocupe el banquillo del entrenador, no importa quiénes sean los jugadores... No hay nada que hacer. Desde la época de Santiago Bernabéu y Antonio Calderón [ex presidente y ex gerente madridistas, respectivamente] todo está viciado. Cuando la Real Sociedad y el Athletic se impusieron dos veces seguidas cada uno en la Liga fue porque se cambiaban los árbitros propuestos para sus partidos por su dirigente, José Plaza. Pero este estado de cosas no debe perpetuarse. Al menos, yo no estoy dispuesto a admitir el robo ni un día más. No quiero que al Atlético le den nada, pero tampoco que se lo quiten", dijo entre diferentes incisos para abordar cuestiones tangenciales.

"Han acusado el golpe", adujo haciendo referencia a sendos escritos que le habían remitido la Federación y la Liga; "saben que no soy un loco, sino que he puesto el dedo en la llaga de la corrupción". Del primero destacó una frase concerniente a "aspiraciones no satisfechas" para intentar probar que está en los cierto en su afán de que los árbitros se profesionalicen "para tener un mejor servicio y sin parcialidades" y recalcó que el presidente federativo, Ángel Villar, está "de acuerdo" en que los cambios son "necesarios". Del segundo, la preocupación por la drástica decisión que podría adoptar el Atlético cuando se está procurando "mejorar la situación".

"Ahora se me da la razón. Nadie, ni cierta Prensa, ha podido conmigo. El monstruo se les ha escapado de las manos. Esto es una revolución y, por tanto, puede derramarse sangre. Todo lo que se consigue tiene un precio", afirmó en diversos momentos de su intervención para llevar a los asambleístas al convencimiento de que su causa no sólo es justa, sino también factible de salir adelante si se emprenden las debidas acciones legales, entre ellas las expuestas en el orden del día: incoación de expediente sancionador ante la federación y el CSD contra el colegiado Socorro González, el que ignoró la mano en el área de Urrutia en el encuentro con el Athletic, y el comité de designación arbitral; una demanda civil contra ambos, y la impugnación, "para la que se dispone de un plazo de 40 días, pero que podría hacerse el lunes porque la documentación ya está preparada", de dicho partido. Para reforzarlas logró, que se aprobase la solicitud de que estuviesen refrendadas por las firmas de los socios.

Gil aprovechó la reunión para insistir en que nunca podrá dejar al club peor de lo que lo encontró porque todos los desfases económicos correrían de su cuenta y para anunciar que la Ciudad Deportiva, en Getafe, "será un hecho" y que la próAma semana "se firmará todo el papeleo". También informó de que el aparcamiento del estadio también será en breve una realidad y que el 25% de las acciones están a disposición de los socios, a los que también garantizó su participacíón en el club, aunque tan sólo sea con una de 1.000 pesetas, cuando se reconvierta en sociedad anónima en función de la nueva Ley del Deporte.

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