Tribuna:

Descanso

Me encantan las vacaciones porque cuando más ganas tengo de no tener ganas de nada y de que me dejen tranquilo vienen unos y otros urgiendo para que haga muchas cosas y, lo que es peor, muy deprisa.Aparecen los políglotos e intentan convencerme de que aún estoy a tiempo de adquirir el don de lenguas. Abren un folleto en canal y exclaman: "¡Mire! ¡Un curso acelerado de rumano, idioma de gran futuro, en los Cárpatos! ¿Le mola?".

Digo que el rumano no me mola, sobre todo si pienso que puedan impartir ese curso los recios mineros con las cachiporras en alto contra la clase est...

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Me encantan las vacaciones porque cuando más ganas tengo de no tener ganas de nada y de que me dejen tranquilo vienen unos y otros urgiendo para que haga muchas cosas y, lo que es peor, muy deprisa.Aparecen los políglotos e intentan convencerme de que aún estoy a tiempo de adquirir el don de lenguas. Abren un folleto en canal y exclaman: "¡Mire! ¡Un curso acelerado de rumano, idioma de gran futuro, en los Cárpatos! ¿Le mola?".

Digo que el rumano no me mola, sobre todo si pienso que puedan impartir ese curso los recios mineros con las cachiporras en alto contra la clase estudiantil. Pero apenas ahuyentas al persuasor educativo aparece otro obseso para venderte un sistema de adelgazamiento revolucionario, generalmente doloroso, a base de pasar más hambre que el Lazarillo y más sed que el ministro de Justicia. Ensalzas la obesidad y eso da pie para que hagas yoga, para que aprendas defensa personal, para que inviertas la paga extraordinaria en algún depósito bancario al 15%, para que te apuntes a la campaña contra la calvicie, impartida en más de 120 prestigiosos centros con la cura milagrosa traída de EE UU. Y también -se te recuerda que des fondos para el Irán y sangre para los hospitales patrios, y viajes a países, exóticos, y- que le pongas aire acondicionado al coche viejo, a menos que compres otro y entonces te rebajarán 100.000 pesetas y te darán gratis la radio con una casete de Madonna.

Te exigen que leas el último bestseller. Que envíes a los niños a Irlanda. Que adquieras un ventilador por láser y que intercambies hogar y hasta pareja con tus homólogos europeos, sin olvidar el cuidado y la higiene del perro para no contraer la hidatidosis, una enfermedad al parecer muy grave.

Finalmente cierras tu puerta blindada, entornas los ojos y murmuras: "Estoy de vacaciones y tal vez voy a descansar cinco minutos".

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