Emilio Sánchez: "Bruguera, un gran jugador"

La victoria ante la URSS puede suponer un cambio cualitativo en el funcionamiento del equipo español. Emilio Sánchez, el jugador de más peso en el grupo de Pato Álvarez, que no acepta las preferencias de Manuel Orantes por Sergi Bruguera, ofreció ayer un detalle para la esperanza: "El pasado... pasado está. Seguimos en la Primera División y es preciso mirar adelante". El mayor de los Vicario se permitió incluso elogiar la elección de Bruguera como número dos: "Es un gran jugador. Somos profesionales y no reconocerlo así sería una tontería. Pero el primer sorprendido por su victoria fui ...

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La victoria ante la URSS puede suponer un cambio cualitativo en el funcionamiento del equipo español. Emilio Sánchez, el jugador de más peso en el grupo de Pato Álvarez, que no acepta las preferencias de Manuel Orantes por Sergi Bruguera, ofreció ayer un detalle para la esperanza: "El pasado... pasado está. Seguimos en la Primera División y es preciso mirar adelante". El mayor de los Vicario se permitió incluso elogiar la elección de Bruguera como número dos: "Es un gran jugador. Somos profesionales y no reconocerlo así sería una tontería. Pero el primer sorprendido por su victoria fui yo, pues pensaba que le costaría más jugar sobre esta superficie. En fin, la decisión de Orantes, aunque no la compartiera, valió la pena. Sinceramente, hay equipo para ganar el torneo en un próximo futuro".El número uno añadió: "La Copa Davis la jugamos dos o tres veces al año. Es tan poco tiempo el que estamos juntos que todo se puede cambiar. Los problemas han quedado apartados por un objetivo común. Mientras haya equipo, se ganará; mientras se tire a lo personal, perdereinos". Sánchez no quiere ver en Bruguera una amenaza a su primacía: "Tal vez lo sea, pero más por lo que dice la gente que por lo que yo siento. Cuando me empiece a ganar, lo veré como tal. Ahora, no".

El cambio reflejado en el equipo ofreció incluso alguna anécdota. El padre de Emilio Sánchez rompió su fama de tacaño: Invitó a toda la expedición española a pasteles. Eso sí, cada uno valía una peseta. En total, 60.

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