El Joventut derrotó con claridad al Real Madrid

El Joventut cumplió con los pronósticos que le situaban en la final del torneo. Obtuvo una fácil victoria sobre el Real Madrid (85-67). La ventaja refleja con claridad la actual diferencia entre los dos aspirantes al trono de campeón de Liga que desde hace cuatro años ostenta el Barça.

El partido se presentó con varios puntos de interés. Fue la primera ocasión en la que el último fichaje del conjunto madridista, el estadounidense Roberts, se enfrentó a rivales de categoría; Biriukov y Villacampa se volvieron a ver las caras después de siete meses al superar el primero de ellos su gr...

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El Joventut cumplió con los pronósticos que le situaban en la final del torneo. Obtuvo una fácil victoria sobre el Real Madrid (85-67). La ventaja refleja con claridad la actual diferencia entre los dos aspirantes al trono de campeón de Liga que desde hace cuatro años ostenta el Barça.

El partido se presentó con varios puntos de interés. Fue la primera ocasión en la que el último fichaje del conjunto madridista, el estadounidense Roberts, se enfrentó a rivales de categoría; Biriukov y Villacampa se volvieron a ver las caras después de siete meses al superar el primero de ellos su grave lesión; Lolo estrenó banquillo contrario y Wayne Brabender debutó en competición oficial. Todo esto se quedó en pequeños apuntes en espera de confirmación.

El Joventut venció la comodidad que le proporcionas su actual momento de forma, muy superior al resto de los equipos nacionales. No le hizo falta prestaciones espectaculares de sus dos jugadores extranjeros, muy por debajo ambos de actuaciones precedentes, y le bastó los siete primeros minutos del segundo tiempo para decidir el partido. Apoyados en un mejor control del rebote del que gozaron en los primeros veinte minutos, pudieron utilizar un arma que, si en temporadas precedentes fue importante, con la llegada de Lolo Sainz se ha convertido en fundamental: el contraataque.

Una rapidísima transición propiciada por los rebotes de Ferrán y Thompson, dirigido por Rafa Jofresa y con dos afinados corredores, el habitual Villacampa y un entonado Pardo. Si a esto se le junta el contar con un Villacampa en perenne estado de ignición, la ecuación tiene sencilla solución. Más que suficiente para doblegar a un Madrid tan impotente como desafortunado.

Si el conjunto blanco quiere llegar a enfrentarse con garantías a sus dos rivales catalanes en la inminente Liga, es necesario que cuente con todas sus bazas a buen rendimiento. Se antoja difícil imaginar una competencia equilibrada con Herrera en la cama, Biriukov recuperándose, y Roberts en deficiente condición física. Curiosamente el peso pesado madridista esperó treinta y siete minutos par demostrar lo apuntado en anteriores partidos. Con el encuentro decidido, el pivot estadounidense deleitó a los aficionados con dos grandes movimientos de espaldas a canasta, y un machaque que hizo temblar hasta el aparatoso reloj oficial de los treinta segundos.

El Madrid, mientras no logre tener al equipo completo y en forma, poco tendrá que hacer en confrontaciones futuras.

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