Los guerristas y Leguina exigen a Barranco que sea neutral para aceptarle como líder de la FSM

Los hombres de confianza de Alfonso Guerra en la Federación Socialista Madrileña (FSM) condicionan su apoyo a Juan Barranco para convertirse en secretario general a que pacte con ellos una importante renovación del equipo dirigente. A su vez, Leguina advierte al ex alcalde que si aspira a sustituirle debe adoptar una escrupulosa neutralidad y negociar una ejecutiva regional de verdadero consenso. "Las soluciones pueden discutirse en los despachos, pero no resolverse por los despachos", declaró ayer Leguina. Pese al reciente acuerdo en la sede del PSOE, la batalla en la FSM continúa.

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Los hombres de confianza de Alfonso Guerra en la Federación Socialista Madrileña (FSM) condicionan su apoyo a Juan Barranco para convertirse en secretario general a que pacte con ellos una importante renovación del equipo dirigente. A su vez, Leguina advierte al ex alcalde que si aspira a sustituirle debe adoptar una escrupulosa neutralidad y negociar una ejecutiva regional de verdadero consenso. "Las soluciones pueden discutirse en los despachos, pero no resolverse por los despachos", declaró ayer Leguina. Pese al reciente acuerdo en la sede del PSOE, la batalla en la FSM continúa.

Barranco ha rentabilizado su calculado distanciamiento de la pugna entre Acosta y Leguina, al erigirse en el pricipal candidato de consenso para secretario general de la FSM, pero los hombres de Guerra condicionan su liderazgo a que acepte negociar toda la composición de la nueva ejecutiva regional. "Si Juan Barranco se mantiene en una absoluta neutralidad puede ser el futuro secretario general, aunque no un secretario que hace él la ejecutiva sino que encabeza un equipo que ha sido pactado", ha matizado un destacado representante del guerrismo.A las dificultades derivadas de este planteamiento, que puede alejar de la candidatura a la alcaldía de Madrid a un Juan Barranco dedicado a tareas internas de partido, hay que sumar las exigencias de Leguina. Este acepta ser sustituido por Barranco en un escenario de consenso, pero matiza que si el ex alcalde cede a las pretensiones de control de los hombres de Guerra se reserva el derecho a presentar una alternativa.

Los guerristas reconocen como único "acuerdo cerrado" en la última reunión con representantes de la ejecutiva federal la renuncia de Acosta y Leguina a la secretaría general de la FSM, mientras que consideran,, abierto" el debate de quién es el mejor candidato. No descartan que lo pueda ser Barranco, pero lo supeditan a que el equipo dirigente de la FSM sea de su agrado.

Los seguidores Guerra se sienten en inmejorables condiciones para negociar con Leguina si se mantiene un equilibrio de fuerzas. La ventaja con que esperan contar estriba en que "nadie se atreve a imponerse dentro del partido por un estrecho margen porque se expone a una pérdida de votos en las elecciones municipales y autonómicas, primero, y a una consiguiente reprobación de las bases después".

Sin descartar la designación, nuevamente, de Leguina como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, algunos colaboradores de Guerra muestran en privado su preferencia por que Felipe González "ayude" y le busque "una salida", por ejemplo incluyéndole en la ejecutiva federal.

Advertencia de Leguina

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Por su parte, Joaquín Leguina, tras haber ganado la batalla para encabezar la delegación de la FSM en el 322 Congreso federal, sigue decidido, a luchar para ganar el Congreso regional que, a principios de 1991, elegirá a los dirigentes del PSOE madrileño. Ayer lanzó algunas advertencias de respuesta a la actitud de Barranco de considerarse como seguro secretario general de las FSM. "Aconsejaría", declaró, "a quien, o quienes, puedan representar el consenso para secretario general que fueran extremadamente cuidadosos en su respeto hacia todos y cada uno de los militantes socialistas madrileños, que son quienes tienen la soberanía de la decisión última. El acuerdo al que llegamos en Ferraz [domicilio de la sede nacional del PSOE] incluia el respeto a la democracia interna, por encima de todo, y me temo que algunos lo están olvidando. La cultura política que yo defiendo en el partido es justamente la de que sean los militantes quienes conformen las soluciones y no los despachos".

"Desde esa perspectiva", agregó el todavía secretario general de la FSM, "yo pelearé por un consenso que asegure la habitabilidad en el seno del PSOE. Y la habitabilidad, quiero advertir, no es un concepto Vacío sino democrático que se opone a la burocratización del partido y que pretende estimular la participación de todos los militantes en las decisiones. En este proceso para conseguir esa habitabilidad y un consenso para la secretaría general todos tenemos responsabilidades, y si queremos llevarlo a buen puerto hemos de ser también todos cuidadosos para no abortarlo".

Un 'hombre fuerte'

Barranco mostró ayer mismo un talante más cauto en sus declaraciones y en una conferencia de prensa celebrada en el Ayuntamiento de Madrid se limitó a comentar: "Sólo aspiro a seguir trabajando por la habitabilidad en mi partido y en ser amigo y colaborador de mis amigos". Incluso bromeó con la condición de "hombre fuerte" que se le atribuye y su aspecto físico. "Desde los medios de comunicación me mandan muchos mensajes. Que me manden jamones y estaré más fuerte", zanjó, según informa Pedro Montoliú.

Tras la brecha abierta en el Gobierno por la decantación de varios miembros del Gobierno en contra de comportamientos u opiniones de Alfonso Guerra, los ministros Javier Solana, Joaquín Almuia y José Barrionuevo negaron ayer que su apoyo público a Leguina haya generado tensiones en el Gabinete. Los tres coincidieron en juzgar positivo el acuerdo sobre el encabezamiento y composición de la delegación de la FSM en el Congreso federal del PSOE.

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Una enmienda para la democracia interna

Joaquín Leguina, secretario general de la FSM, someterá el próximo dia 26 al congreso regional la conveniencia de defender en el Congreso federal del partido -convocado para noviembre- que el PSOE asuma la pedagogía política de una democratización interna intensa". Varias agrupaciones que respaldan su iniciativa, presentarán una enmienda en ese sentido al informe de la ejecutiva federal.El texto señala que constituye una "responsabilidad histórica" hacer del PSOE "un confortable lugar de encuentro y acogida" para quienes han sufrido el derrumbamiento del modelo comunista. "En ese contexto", continúa, "es imprescindible admitir la necesidad de serias dosis de renovación interna y organizativa", que abra el partido hacia fuera y de más coherencia a "lo que pretende decirse de puertas adentro y lo que se expresa fuera".

"Es necesario adecuar las estructuras del PSOE a la incorporación de cuantos ciudadanos comparten su proyecto y hacer que su funcionamiento interno sea, cada vez más, un reflejo de los valores que para el conjunto de la sociedad se proponen". La enmienda pide la implantación del sufragio individual en las votaciones en que todavía funciona el sistema de delegación.

En otra enmienda, que Leguina espera que sea aprobada por la FSM, se afirma que "no basta proclamar la ética socialista para que ésta exista" y que gobernar ha impuesto tanto realismo que "suele reducir la referencia ética a su mero recurso retórico". Asimismo, se reconoce que "el nivel de modernización alcanzado en nuestras sociedades ha tenido un coste moral y político que podemos cifrar en términos de despolitización y desmoralización".

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