Independiente, pero no neutral

El ex alcalde de Madrid Juan Barranco ha mantenido en la batalla protagonizada por José Acosta y Joaquín Leguina la actitud de quien opta por mantenerse independiente no por un alarde de neutralidad sino porque aspira a rentabilizar políticamente ese distanciamiento. Rentabilidad que en el escenario de la Federación Socialista Madrileña se traduce en concitar el consenso para acceder a la secretaría general.Barranco ha denunciado con algunas de sus declaraciones el ataque a Alfonso Guerra que encubría, en su opinión, el apoyo de algunas personalidades socialistas a Joaquín Leguina. Una observa...

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El ex alcalde de Madrid Juan Barranco ha mantenido en la batalla protagonizada por José Acosta y Joaquín Leguina la actitud de quien opta por mantenerse independiente no por un alarde de neutralidad sino porque aspira a rentabilizar políticamente ese distanciamiento. Rentabilidad que en el escenario de la Federación Socialista Madrileña se traduce en concitar el consenso para acceder a la secretaría general.Barranco ha denunciado con algunas de sus declaraciones el ataque a Alfonso Guerra que encubría, en su opinión, el apoyo de algunas personalidades socialistas a Joaquín Leguina. Una observación que no le favorecía a su viejo amigo Leguina, como tampoco el desmarque que suponía de por sí la decisión de mantenerse independiente, puesto que con ella menguaba el sector leguinista.

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El ex alcalde de Madrid ha conseguido convertirse, en cualquier caso, en un personaje clave y al que puede recurrir la ejecutiva federal -del PSOE para conseguir pacificamente la sustitución de Leguina como secretario general de la FSM. Los hombres de confianza de Alfonso Guerra advierten que sólo si Barranco continúa al margen del enfrentamiento puede convertirse en un candidato de consenso. Pero a la vez rechazan asegurar que él vaya a ser la persona que ellos propongan.

Hace meses, los guerristas expusieron su deseo de que Barranco fuera secretario general de los socialistas madrileños y Javier Solana, ministro de Educación, candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid, lo que le obligaría a abandonar el Gobierno. Un proyecto que, en lo que a él concierne, agradó poco a Solana, situado siempre cerca de Felipe González.

González declaró ayer al término del debate parlamentarlo sobre la crisis en el golfo Pérsico que le parece positivo el acuerdo de que Leguina encabece una única candidatura de delegados de la FSM para del 32º Congreso federal, integrada a partes iguales por los seguidores de éste y los de José Acosta.

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