EUROPEOS DE ATLETISMO / SPLIT 90

Ángel Hernández, plata en salto de longitud

Ángel Hernández, un atleta que llegó a Split sin demasiado crédito, consiguió la segunda posición en la final de salto de longitud. Hernández saltó 8,15 metros, 15 centímetros por encima de su mejor marca personal. En 400 metros, Cornet sufrió el desgaste de su durísima semifinal y perdió el tercer puesto en la final por tan sólo tres centésimas. La jornada fue espléndida para los atletas españoles. Sandra Myers fue cuarta en 200 metros (20,30s) y García Chico, quinto en pértiga (5,70).Hernández gastaba fama de hombre eficaz en las competiciones duras. Durante *su breve carrera deportiva, Hern...

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Ángel Hernández, un atleta que llegó a Split sin demasiado crédito, consiguió la segunda posición en la final de salto de longitud. Hernández saltó 8,15 metros, 15 centímetros por encima de su mejor marca personal. En 400 metros, Cornet sufrió el desgaste de su durísima semifinal y perdió el tercer puesto en la final por tan sólo tres centésimas. La jornada fue espléndida para los atletas españoles. Sandra Myers fue cuarta en 200 metros (20,30s) y García Chico, quinto en pértiga (5,70).Hernández gastaba fama de hombre eficaz en las competiciones duras. Durante *su breve carrera deportiva, Hernández, un atleta de 24 años que practicó el balonmano hasta hace tres, nunca había decepcionado. Más aún, en las citas de gran rango acostumbraba a mejorar sus marcas.

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La posibilidad de una hazaña se atisbó en la jornada de clasificación, en que saltó ocho metros en su primer intento.

En la final se destapó con un inicio espectacular. Su batida en el primer salto fue tremenda. En el aire tiró con toda su alma de brazos y piernas. Desde la grada se vio que Hernández había hecho algo grande. Así fue: 8,15 metros. Tras él, saltó el alemán occidental Dietmar Haf, gran favorito tras la hecatombe del soviético Emmian, que en la serie de clasificación cometió tres nulos. Haf llegó hasta 8,17 y en el segundo salto alcanzó los 8,25 metros. Para entonces, Hernández había ratificado su primera marca con un magnífico segundo salto, 8,13. La prueba estaba decidida.

La final mostró a un Cornet menos fluido que en la semifinal. Situado entre el alemán occidental Dobeleit y el alemán oriental Carlowitz, se movió de nuevo con eficacia entre los 150 y los 300 metros, pero a la salida de la curva ya estaba por detrás del británico Roger Black, cuyo retorno a las pistas después de una gravísima lesión ha sido memorable.

En medio de una agonía terrible, Cornet vio cómo desde el sexto puesto y por el flanco derecho Schoenlebe surgía irresistible. Cornet, además, fue incapaz de limar la ligera ventaja de Carlowitz. El alemán oriental le superó por tres centésimas (45.27 contra 45.30).

La tarde estuvo sembrada de excelentes noticias para los atletas españoles, especialmente para Sandra Myers, en la final de 200 (4); García Chico, en pértiga (52); y Cristina Pérez, finalista en 400 vallas.

En los 200 metros, Sandra Myers (22.38) derribó con estrépito el récord de España. y alcanzó la cuarta plaza, por detrás de las alemanas orientales Krabbe (21.95) y Dreschler (22.19), y la soviética Malchugina.

Javier García Chico saltó 5,70 al segundo intento, pero no consiguió rebasar los 5,75 metros. Venció el soviético Gataulin.

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