EUROPEOS DE ATLETISMO / SPLIT 90

Amenaza de plante de los finalistas de los 1.500 metros si Peter Elliot es recalificado

Los Campeonatos de Europa de Atletismo que se disputan en Split (Yugoslavia) pueden vivir un escándalo sin precedentes en la historia de este deporte. La noticia de la recalificación del británico Peter Elliot, el mejor mediofondista del momento, que abandonó en la semifinal de los 1.500 metros por una caída, fue encajada con un prohibido malestar por el resto de las delegaciones participantes, que la consideraron injusta. De momento, portugueses, españoles y alemanes occidentales ya han anunciado un plante en la final de dicha prueba.

El incidente se produjo en la vuelta de los 900 a 1...

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Los Campeonatos de Europa de Atletismo que se disputan en Split (Yugoslavia) pueden vivir un escándalo sin precedentes en la historia de este deporte. La noticia de la recalificación del británico Peter Elliot, el mejor mediofondista del momento, que abandonó en la semifinal de los 1.500 metros por una caída, fue encajada con un prohibido malestar por el resto de las delegaciones participantes, que la consideraron injusta. De momento, portugueses, españoles y alemanes occidentales ya han anunciado un plante en la final de dicha prueba.

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El incidente se produjo en la vuelta de los 900 a 1.000 metros de la semifinal de 1.500. Peter Elliot, que corría entre una nube de contrincantes, cayó al suelo y, sin ninguna posibilidad de acabar, abandonó la prueba por lo que quedó automáticamente apartado de la final. Sin embargo, la delegación británica recurrió al Comité. de Apelación de la Asociación Europeade Atletismo, organismo que preside el español Juan Manuel de Hoz.El recurso de los británicos se basó en el artículo 141 del reglamento atlético, que recoge la posibilidad de recalificar a un atleta cuando en el transcurso de una prueba haya sido perjudicado ostensiblemente por un rival. El comité consideró que el alemán oriental Fuhlbrugge había motivado la caída de Elliot y decidió descalificar a éste y permitir el acceso del británico a la final del sábado.

Indignación

La noticia corrió como un reguera de pólvora entre las delegaciones participantes en las primera horas de la madrugada de hoy. La primera sensación fue de malestar e indignación, sobre todo en la delegación de la RFA, que consideró que la decisión no sólo no tenía antecedentes en la historia de este deporte, sino que, además, sentaba un peligroso precedente para situaciones futuras. La respuesta no se hizo esperar. Los atletas españoles, portugueses y alemanes fueron loprimeros que, por considerar que la caída de Elliot se debió a un lance de la carrera, decidieron no presentarse en la final de mañana si, efectivamente, el británico era incluido entre los finalistas. El retirado atleta británico Steve Ovett criticó la resolución: "Es una decisión muy peligrosa para el atletismo y para el deporte en general, que puede sentar precedente para encontrar maneras no deportivas de ganar carreras"

José Luis González, vencedor en la citada carrera, corrió como en sus mejores días y se encontrará con excelentes perspectivas para conseguir una medalla en una competición que se le ha resistido en toda su carrera. Por su parte, Fermín Cacho, el candidato más nítido a la sucesión de González y Abascal, confirmó su olfato en los grandes instantes. Cacho concluyó en tercer puesto y dejó abierta la posibilidad a una sorpresa en la final.

El percance de Elliot no rebaja la demostración de González, que ganó su semifinal con soltura y habilidad. El tercer puesto de Fermín Cacho en esta carrera no es sorprendente. Cacho es un atleta que multiplica su valor en los grandes momentos.

González ha asumido todas las complejas circunstancias que rodean una prueba de esta altura, Sin la presión que le acogotó algunas veces en el pagado, González corrió libre de grandes dolores físicos y con la convicción de su dominio táctico. Sobre su velocidad, no parece haber demasiadas preocupaciones. Pese a sus 32 años, González supera en este capítulo a la mayor parte de sus rivales en Europa.

Su interpretación de la carrera fue exquisita. La prueba tuvo más de fondo. El ritmo de crucero que impuso el danés Guldberg -una circunstancia prevista por González- ocultó una dura pelea de codos, cortes y obstrucciones. González vigiló siempre el tranco del convaleciente Cram. y de Elliot.

Cacho, en el furgón de cola, vigilaba a todos. A 750 metros de la llegada, Cram y Elliot se adelantaron hasta las posiciones de cabeza. Tras ellos, los dos españoles. La maniobra provocó un conflicto del que salieron muy perjudicados los dos ingleses.

Todo el grupo se movió con el ataque, y en la confusión Elliot tropezó y cayó. Para entonces, González navegaba arriba, sin preocupaciones. Su último ataque probó además que mantiene una buena velocidad y que es capaz de impresionar a jóvenes como el italiano Di Napoli. Cacho, atleta que no se sugestiona ante los grandes nombres, también apareció en escena en la última recta, y se colocó en tercera posición, a la espera de cualquier hazaña. El británico Cram alcanzó la final por a su tiempo.

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