NECROLÓGICAS

Francisco Martínez Pérez, caricaturista

El caricaturista Francisco Martínez Pérez, Paco Martínez, fue enterrado ayer en Santa Cruz de Tenerife, donde falleció el pasado viernes a los 83 años. A pesar de su delicada salud, mantuvo hasta el último momento el sentido del humor que le caracterizó en vida. Asumió, la enfermedad como un hecho normal y corriente, y no dudó en llevarse los rotuladores al hospital para marcharse "con las botas puestas", según su deseo.Paco Martínez es un caso singular de la caricatura española. Desde Tenerife, donde había nacido en 1907, revolucionó el género al introducir un estilo muy personal, que ...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El caricaturista Francisco Martínez Pérez, Paco Martínez, fue enterrado ayer en Santa Cruz de Tenerife, donde falleció el pasado viernes a los 83 años. A pesar de su delicada salud, mantuvo hasta el último momento el sentido del humor que le caracterizó en vida. Asumió, la enfermedad como un hecho normal y corriente, y no dudó en llevarse los rotuladores al hospital para marcharse "con las botas puestas", según su deseo.Paco Martínez es un caso singular de la caricatura española. Desde Tenerife, donde había nacido en 1907, revolucionó el género al introducir un estilo muy personal, que acuñó durante un enclaustramiento en su casa a raíz de la guerra civil y que consistía en geometrizar la figura humana. Su propuesta creó escuela y sorprendió en 1968 en el 6º Salón Internacional de la Caricatura, en Montreal (Canadá), considerado la meca de esta modalidad artística, donde se le concedió el premio mundial por una obra sobre la actriz Brigitte Bardot. Sus chistes fueron publicados en los periódicos El Día y Jornada, de Tenerife.

El Ayuntamiento de la capital de la isla consiguió el año pasado abortar la tradicional polémica sobre el cartel dé] carnaval. Martínez pintó el cartel más consensuado que se recuerda en la ciudad. Al morir dejó tres caricaturas inéditas: George Bush, Albert Einstein y la madre Teresa de Calcuta. En Rumania, Bulgaria y Checoslovaquia preparaban ediciones de su próducción.

Archivado En