Goleada del Atlético al Boavista

El Atlético de Madrid debutó ayer en serio en la pretemporada, tras sus partidos amistosos con los modestos Segoviana y Ávila, imponiéndose por 4-1 al Boavista en la primera semifinal del torneo Ciudad de Oporto. Su rival en la final de r1oy será el propio Oporto o el Standard de Lieja, cuyo encuentro se estaba disputando todavía al cierre de esta edición.El equipo de Joaquín Peiró realizó un buen juego en su presentación portuguesa, aguardada con expectación por aquello de que Futre se alineó en el Oporto antes que en el Atlético y rodeada de cierta polémica por el caso Joâo Pinto, ya ...

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El Atlético de Madrid debutó ayer en serio en la pretemporada, tras sus partidos amistosos con los modestos Segoviana y Ávila, imponiéndose por 4-1 al Boavista en la primera semifinal del torneo Ciudad de Oporto. Su rival en la final de r1oy será el propio Oporto o el Standard de Lieja, cuyo encuentro se estaba disputando todavía al cierre de esta edición.El equipo de Joaquín Peiró realizó un buen juego en su presentación portuguesa, aguardada con expectación por aquello de que Futre se alineó en el Oporto antes que en el Atlético y rodeada de cierta polémica por el caso Joâo Pinto, ya que el presidente del Boavista ha acusado al rojiblanco, Jesús Gil, de no haber cumplido lo acordado en el contrato de cesión con derecho a compra extendido en su día por aquél.

Futre, consciente del morbo de su enfrentamiento al Oporto en el supuesto de que su ex conjunto, con el que ganó la Copa de Europa, cumpliese el pronóstico y batiera a su adversario belga, fue el alma del Atlético. Ovacionado cada vez que cogía el balón, se constituyó desde el principio en el impulsor de las acciones de sus compañeros y participó en la consecución de tres de sus cuatro goles.

Ni siquiera el hecho de que el Boavista se adelantase descompuso al Atlético. Poco a poco, Futre y los suyos fueron demostrando sobre el césped su superior peso específico. Así, el austriaco Rodax estableció el empate antes del descanso. El cuadro madrileño incluso podría haberse retirado a los vestuarios venciendo si un remate posterior de Orejuela no se hubiera estrellado en la madera. Baltazar y el repescado Julio Prieto dictaron luego la sentencia.

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