GENTE

Vanessa Paradis

La Lolita francesa saca su segundo disco con Serge Gainsbourg

Con Vanessa Paradis ocurre una cosa extraña: pocos franceses confiesan en voz alta que la adoran, y sin embargo, sus discos se venden por centenares de millares, sus apariciones en la televisión registran plusmarcas de audiencia y su primer papel importante en el cine -el de una golfilla en la película Noces blanches- le ha valido una catarata de premios. Ella misma dice que siente a su alrededor una permanente atmósfera de odio y deseo. Y es que Vanessa Paradis, cantante y actriz de 17 años, expresa todo un fenómeno inconsciente colectivo: una especie de pedofilia nacional.Vanessa Para...

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Con Vanessa Paradis ocurre una cosa extraña: pocos franceses confiesan en voz alta que la adoran, y sin embargo, sus discos se venden por centenares de millares, sus apariciones en la televisión registran plusmarcas de audiencia y su primer papel importante en el cine -el de una golfilla en la película Noces blanches- le ha valido una catarata de premios. Ella misma dice que siente a su alrededor una permanente atmósfera de odio y deseo. Y es que Vanessa Paradis, cantante y actriz de 17 años, expresa todo un fenómeno inconsciente colectivo: una especie de pedofilia nacional.Vanessa Paradis es una variante contemporánea del personaje Lolita, de VIadimir Nabokov: una nínfula yeyé, una niña-mujer o, todavía más exacto, una niña-travesti. Sólo el cantante, productor y descubridor de talentos Serge Gainsbourg podía reconocer sin ambages su pasión por esta criatura, que él compara a veces con "un murciélago" y otras con "una flor que todavía no se ha abierto".

Serge Gainsbourg, intérprete, junto con Jane Birkin, del sulfuroso Je t'aime, moi non plus, es el letrista y productor del segundo elepé de Vanessa Paradis, Variations sur le même t'aime. Al poco de su aparición, el disco ya ha comenzado su ascensión en el top 50 francés.

En una conversación con Serge Gainsbourg publicada por Paris Match, Vanessa Paradis ha dicho: "Yo sé que cuando salgo a la calle la gente me mira como a una putita. Es terrible, pero es así. Al principio, cuando tenía 14 años, eso me atormentaba. Ahora tengo siempre una respuesta preparada: luzco la mejor de mis sonrisas". La cantante y actriz cree que el problema se encuentra en la cabeza de las gentes: "Hace falta estar loco para tratar así a una niña sólo porque sale en la televisión".

La primera mitad de este año ha sido fulgurante para Vanessa Paradis. Al Premio Victoire a la mejor cantante femenina francesa le han seguido el Romy Schneider por su interpretación en Noces blanches y el César a la gran esperanza del cine galo por esa misma película.

Hija de un pequeño industrial y una contable, Vanessa Paradis es en su vida privada una chica calladita y con un aire como asustado, que reconoce que nunca lee libros y devora en cambio multitud de discos compactos y de películas en vídeo. Es también muy noctámbula, pero no dedica sus salidas a conversar, sino a bailar sin fatiga hasta que cierran el local. Marilyn Monroe y Marlon Brando son sus grandes mitos cinematográficos; Prince, su héroe musical.

Con la canción Joe le taxi, Vanessa Paradis alcanzó el estrellato a los 14 años. Su problema es que para el inconsciente colectivo galo su vida se detuvo también a esa edad. ¿Resistirá su encanto el paso del tiempo? ¿Seguiría hoy Humbert Humbert amando a una Lolita cuarentona?.

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