Arantxa: "No es el final de mi vida"

Arantxa Sánchez Vicario (4ª cabeza de serie), de 18 años, perdió ayer su título de Roland Garros. La campeona de 1989 no pudo revalidar el trofeo logrado ante Steffl Graf, y además ni siquiera fue capaz de superar la segunda ronda del torneo. Perdió ante Mercedes Paz (Argentina), 39ª del mundo y su compañera de dobles, por 7-5, 3-6 y 6-1. "No es el final de mi vida", dijo. Joan Aguilera (12º), la última baza importante española, también perdió ayer ante Thierry Champion (Francia) por 3-6, 6-3, 6-3 y 6-2. Sólo sobreviven Conchita Martínez (9º), Jordi Arrese y Javier Sánchez Vicario.

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Arantxa Sánchez Vicario (4ª cabeza de serie), de 18 años, perdió ayer su título de Roland Garros. La campeona de 1989 no pudo revalidar el trofeo logrado ante Steffl Graf, y además ni siquiera fue capaz de superar la segunda ronda del torneo. Perdió ante Mercedes Paz (Argentina), 39ª del mundo y su compañera de dobles, por 7-5, 3-6 y 6-1. "No es el final de mi vida", dijo. Joan Aguilera (12º), la última baza importante española, también perdió ayer ante Thierry Champion (Francia) por 3-6, 6-3, 6-3 y 6-2. Sólo sobreviven Conchita Martínez (9º), Jordi Arrese y Javier Sánchez Vicario.

Pese a sus declaraciones en el sentido de que no estaba ni nerviosa ni presionada por reeditar el éxito de 1989, Arantxa jugó un partido nefasto e Irregular, sin la chispa de alegría y coraje que le llevó a ser la revelación de la pasada temporada. El cambio de entrenador (el chileno Juan Núñez fue sustituido por el estadounidense Mike Estep) no ha servido para mejorar el primer servicio ni los golpes de volea de la española, que ayer fallaron estrepitosamente. En el camino desde la final del año pasado, Arantxa ha dejado también la alegría, el coraje y el amor por el riesgo que eran las características de su juego.Mercedes Paz, de 23 años, es una jugadora muy inteligente, pero sin los recursos técnicos de Arantxa. Sin embargo, desde el primer momento vio que la española fallaba más de lo normal. Desde el fondo de la pista, Paz movía de un lado a otro a Arantxa en espera de sus fallos. A la menor de los Sánchez Vicario no le funcionó ni su derecha ofensiva, ni sus dejadas, ni sus globos, golpes que en 1989 solía controlar.

Paz ganó la primera manga, bajó la guardia en la segunda, quizá temerosa de su propia ventaja, pero recuperó su ritmo inicial en la tercera manga en la que se paseó tras levantar un 0-40 en el primer juego. Arantxa pasó por el tercer set con cara de circunstancias, sin ser capaz de organizar una sola jugada a su gusto. Mientras, su madre, en la tribuna, contemplaba con tristeza el partido, en una imagen que contrastaba poderosamente con la que tenía el año pasado, en la final, cuando presenció el partido desde la misma posición. Sus hermanos Emilio, eliminado el lunes, y Javier, también asistieron en directo a la derrota de Arantxa.

"Muchos errores"

"He cometido muchos errores" dijo Arantxa, "y no he jugado bien. Pero no debe convertirse esta derrota en una tragedia. También han perdido Edberg y Becker. No ha pasado nada, no es el final de mi vida. No jugué nerviosa, y que nadie se preocupe. No pasa nada. Me quedan muchos Roland Garros en mi carrera profesional".

"He jugado peor que el año pasado", reconoció Arantxa. "Mis bolas se han quedado muy cortas. ¿Qué podía hacer? Estaba muy concentrada porque sabía que era un partido muy difícil. Pero me alegro por ella".

Mercedes Paz es la hija de un multimillonario negociante del azúcar, y su nombre ha sonado en repetidas ocasiones como una de las posibles líderes de la WITA (el sindicato de jugadoras internacionales).

"Cuando comencé la temporada", explicó ayer, "me dije a mí misma: 'Tienes 23 años y ha llegado la hora de que seas una verdadera profesional". Con la ayuda del entrenador Jorge Tordero, preparó un régimen de entrenamiento, con ocho kilómetros diarios de jogging, y comidas, con el que ha conseguido rebajar su peso en nueve kilos. Mercedes acabó el partido con una crisis de llanto.

Derrota de Aguilera

Tampoco fue un día feliz para Joan Aguilera, el ganador del torneo de Hamburgo. Comenzó muy bien su partido ante el francés Thierry Champion, al que dominó en la primera manga por 6-3. Pero Champion aceleró mucho su juego en el segundo set, desbordando a Aguilera. Poco a poco, el jugador catalán fue cediendo terreno, agobiado por los 35 grados de temperatura que debía soportar en la pista, y terriblemente cansado, con claros síntomas de sufrir calambres. Champion ganó las tres siguientes mangas por 6-3, 6-3 y 6-2.

"Creo que no he jugado mal", dijo Aguilera, "pero en la segunda manga he dejado escapar oportunidades que podrían haber variado el resultado. El calor era tremendo, y, como estaba muy nervioso, he gastado demasiadas energías muy pronto. Se ha acabado el torneo, y es una lástima. Pero... bueno, mañana me lo pasaré mejor jugando con mi gata".

Otros resultados: Masculinos: Andrés Gómez (Ecuador, 4) ganó a Marcelo Filippini (Uruguay), 7-6, 6-2 y 6-1; Martín Jalte (Argentina, 10) a Michael Stich (RFA), 6-7, 6-4, 6-7, 6-4 y 6-3; Goran Ivanisevic (Yugoslavia) a Anders Jarryd (Suecia), 6-3, 6-0 y 6-2; Aaron Krickstein (EE UU, 5) a Stephane Grenler (Francia), 6-3, 6-4 y 7-5. Femeninos: Jennifer Capriati (EE UU) a Cammy MacGregor (EE UU), 6-1 y 6-0; Laura Gildemeister (Perú, 16) a Elise Burgin (EE UU), 6-3 y 64; Manuela Maleeva (Bulgaria, 6) a Anne Minter (Australia), 61 y 6-0; Mónica Seles (Yugoslavia, 2) a Helen Kelesi (Canadá), 4-6, 6-4 y 6-4; Natalla Zvereva (URSS, 10) a Iva Budarova (Checoslovaquia), 6-1 y 63.

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