Todo el mundo al suelo

ENVIADO ESPECIALEl viernes, en Nurburgring, se batieron todos los récords del Mundial de motociclismo. El doctor Claudio Costa no recuerda una jornada así. Se cayeron 24 pilotos y casi todos ellos se hicieron daño. Nadie recuerda un inicio de Mundial tan accidentado. El de hoy es el quinto gran premio del año, y, con la caída ayer de Waine Rainey (Yamaha), ya han rodado por los suelos todos los favoritos.

"Esto se ha desmadrado", asegura Joan Garriga. "Hay gente que parece correr fuera de control", indica Manuel Champi Herreros (JJ-Cobas), campeón del mundo de 80cc. "La culpa la tiene e...

ENVIADO ESPECIALEl viernes, en Nurburgring, se batieron todos los récords del Mundial de motociclismo. El doctor Claudio Costa no recuerda una jornada así. Se cayeron 24 pilotos y casi todos ellos se hicieron daño. Nadie recuerda un inicio de Mundial tan accidentado. El de hoy es el quinto gran premio del año, y, con la caída ayer de Waine Rainey (Yamaha), ya han rodado por los suelos todos los favoritos.

"Esto se ha desmadrado", asegura Joan Garriga. "Hay gente que parece correr fuera de control", indica Manuel Champi Herreros (JJ-Cobas), campeón del mundo de 80cc. "La culpa la tiene el caucho", comenta Carlos Lavado (Aprilla) que así llama a los neumáticos.Si hablas con los pilotos, muy pocos le echan la culpa a lo que los directivos de la Federación Internacional de Motociclismo (FIM) califican de "excesiva potencia de los motores". "Aquí lo que no sobra es potencia; sobra competencia", indica Jorge Martínez Aspar. "La gente se cae por diversos motivos", indica Sito Pons, "pero está claro que siempre es por querer ir más deprisa y por la gran competencia que existe".

La gran competitividad es, sin duda, la primera causa de las desgracias. La ansiedad por satisfacer a los patrocinadores y las ganas de tener algún día una máquina oficial convierten a los pilotos en candidatos a la clínica. El sistema de puntuación también cuenta a la hora de provocar caídas. La imposibilidad de descontar cuatro o cinco grandes premios -como sucede en el Mundial de F-1 -, la obligación de puntuar en todos ellos, hace que los pilotos intenten subsanar en una carrera lo que han perdido antes.

La mejora de los neumáticos es también motivo de preocupación por parte de todos. "Las gomas tienen cada vez más grip, es decir, más agarre, pero también te traicionan sin avisar", indica Rainey.

El doctor Costa añade otro motivo de reflexión a la lluvia de caídas de estos primeros cinco grandes premios. "Existen circuitos muy sinuosos, terriblemente agotadores, con poco espacio de fuga, lo que provoca en el piloto un mayor desgaste mental y un mayor stress".

Hay quien considera que algunos pilotos han vuelto a la competición con las condiciones físicas muy mermadas. Hombres como Gardner, que se dañó dos costillas en Misano, se rompió el pie derecho por ocho sitios cinco días después en Alemania. Gente como Chili, que sufrió serias lesiones en su brazo derecho en Misano, tuvo que ser acompañado, el pasado viernes, a la clínica con una parálisis parcial que no le permitió ni siquiera bajarse de la moto. Se lo llevaron empujando hasta el doctor Costa.

El norteamericano Wayne Rainey (Yamaha) era hasta ayer el único favorito que no se había caído. Ayer rodó por los suelos y sufre una pequeña fractura en el dedo meñique de la mano izquierda, lo que no le impedirá correr hoy en la prueba de 500 ce donde Sito Pons (Honda, 1.39.977) saldrá en sexta posición y Joan Garriga (Yamaha, 1.41.297) partirá desde la novena. El mejor tiempo lo consiguió Kevin Schwaritz (Suzuki, 1.38.185).

Luca Cadalora (Yamaha, 1.42.518) logró el mejor tiempo en 250cc, seguido de John Kociriski (Yamaha, 1.42.973), mientras Carlos Cardús (Honda, 1.43.363) era cuarto y Alex Crivillé (Yamaha, 1.45.283) 112. Aspar (JJ-Cobas, 1.52.091) fue el tercero en 125cc, por detrás de Romboni (Honda, 1.51.766) y Raudies (Honda, 1.52.016).