El interés del Real Madrid por Barnes fuerza al Liverpool a negociar su renovación

El nuevo presidente del Liverpool, Noel White, ha dado prioridad absoluta a las negociaciones para mantener en el equipo a su astro, John Barnes, tras conocer el interés del Real Madrid por él. A Barnes, de 26 años, le queda una temporada de contrato con el club inglés. El Liverpool quiere cerrar pronto la negociación e impedir que quede libre tras la próxima. Kenny Dalglish, el entrenador de los diablos rojos, ha exigido que su centrocampista continúe en el equipo. El esfuerzo negociador será aún más fuerte ante la posibilidad del retorno del Liverpool a las competiciones europeas.

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El nuevo presidente del Liverpool, Noel White, ha dado prioridad absoluta a las negociaciones para mantener en el equipo a su astro, John Barnes, tras conocer el interés del Real Madrid por él. A Barnes, de 26 años, le queda una temporada de contrato con el club inglés. El Liverpool quiere cerrar pronto la negociación e impedir que quede libre tras la próxima. Kenny Dalglish, el entrenador de los diablos rojos, ha exigido que su centrocampista continúe en el equipo. El esfuerzo negociador será aún más fuerte ante la posibilidad del retorno del Liverpool a las competiciones europeas.

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La confirmación de Barnes como el mejor futbolista del fútbol británico ha originado una batalla abierta entre el Liverpool y los equipos continentales que pretenden contratarle. Pocos días después de la designación de Barnes como jugador del año en Inglaterra, el Liverpool tuvo noticias del interés del Real Madrid por este interior zurdo, poderoso físicamente y de gran calidad técnica. El relevo de John Smith, el presidente del Liverpool durante los últimos 16 años, por Noel White, directivo de la junta y accionista del club, ha estado presidido por la conmoción que ha causado en la ciudad la posibilidad de que Barnes abandone el equipo.White ha declarado que está dispuesto a abrir al máximo el abanico de la negociación con el futbolista. El Liverpool sufre una gran presión en varios frente. Por un lado, su condición de equipo hegemónico en Inglaterra le obliga a retener a su mejor jugador, más aún ante la eventualidad de un retorno a las competiciones europeas. Por otra parte, el técnico Dalglish, un hombre de gran carácter, venerado en Liverpool, ha exigido que Barnes permanezca en la plantilla. El tercer flanco lo mantiene el propio Barnes, conocedor de la situación privilegiada que vive en estos momentos. A falta de una temporada para terminar su contrato, puede forzar unas conversaciones muy duras con su club, toda vez que en junio de 1991 quedará libre. Si antes de esa fecha no se logra un acuerdo, el Liverpool sólo tendrá derecho a la cantidad que fije la UEFA como derecho de compensación.

En la sombra

Todas estas condiciones delimitan los aspecto esenciales de una negociación que tiene como invitados en la sombra a los equipos del continente que mantienen contactos con Barnes, entre ellos el Real Madrid. En estas circunstancias, el nuevo presidente del Liverpool ha manifestado que "Barnes es la propiedad más valiosa del club".El prestigio de Barnes ha crecido cada temporada desde su irrupción en el Watford hace casi diez años. Nacido en Jamaica e hijo de una familia muy acomodada, Barnes llegó en 1977 con su familia al Reino Unido, a donde había sido destinado su padre, coronel del ejército y antiguo capitán de la selección jamaicana de fútbol. En el Watford, el club presidido por el cantante Elton John, destacó antes de cumplir los 20 años. De aquella época queda el recuerdo de uno de los errores más graves que se han cometido en el fútbol europeo. El Milan fichó del Watford a otro delantero negro, Luther Blissett, un ariete atlético y primitivo que se había beneficiado extraordinariamente del juego por la banda de Barnes. El fracaso de Blisett fue tan monumental como la ascensión de Barnes al estrellato.

En el Watford jugó seis temporadas, marcó 65 goles e ingresé en la seleción inglesa. Aunque su aportación al equipo nacional fue muy discutida durante mucho tiempo, Barnes fue protagonista de dos partidos históricos frente a Brasil y Argentina. En Río de Janeiro marcó un gol memorable, de brasileiro, tras regatear a una ristra de defensas. Frente a Argentina, en el Mundial de México 86, estuvo a punto de desequilibrar un partido que los suramericanos ganaban con comodidad.

Su ingreso en el Liverpool se produjo en 1987. El club de Anfiel Road pagó al Watford 900.000 libras (unos 180 millones de pesetas). Durante estas tres temporadas ha marcado 45 goles en la Liga inglesa, 22 de ellos en esta campaña.

Barnes ha sido el primer jugador de razo negra que ha jugado en el equipo de Anfield Road. Algunos especialistas profetizaron un rechazo de la afición aljugador. Sin embargo, la única que parece haber experimentado un rechazo a la ciudad ha sido su compeñera, Susie, que poco después del fichaje regresó a un pueblo de las cercanías de Londres, a mas de 300 kilómetros de Liverpool.

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