GENTE

María del Mar Bonet

La voz del Mediterráneo canta en Madrid

Es una de las principales voces de la cultura mediterránea. Desde que en 1967 grabó su pri mer disco, María del Mar Bonet ha devuelto a la música popular mallorquina la cotidianidad perdida, a través de la difusión de las raíces y las esencias de su isla. Su último disco, Bon viatge faci la cadernera, es un acercamiento a cuentos tradicionales de Mallorca adaptados por Gabriel Janer Manila, con ilustraciones de Carmen Solé.Su gira de conciertos comienza hoy en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, donde actuará hasta el próximo domingo, y continuará después en Palma de Mallorca, Val...

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Es una de las principales voces de la cultura mediterránea. Desde que en 1967 grabó su pri mer disco, María del Mar Bonet ha devuelto a la música popular mallorquina la cotidianidad perdida, a través de la difusión de las raíces y las esencias de su isla. Su último disco, Bon viatge faci la cadernera, es un acercamiento a cuentos tradicionales de Mallorca adaptados por Gabriel Janer Manila, con ilustraciones de Carmen Solé.Su gira de conciertos comienza hoy en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, donde actuará hasta el próximo domingo, y continuará después en Palma de Mallorca, Valencia, Barcelona y otras ciudades españolas. Su nuevo espectáculo Aixó era i no era (Érase una vez) presenta algunas canciones de este disco junto a otras del repertorio habitual de la cantante.

"El mundo de los cuentos es tan mágico que he querido dar vida propia a cada canción, con variedad de colores, matices y sentimientos", dice María del Mar Bonet, mallorquina de 42 años y defensora a ultranza de sus raíces, lo que no le ha impedido adentrarse en el mundo de la composición, colaborar con Antoni Ros-Marbá, homenajear a Billie Holliday, cantar Junto a Milton Nascimento, interpretar clásicos del jazz junto al pianista Manel Camp, acercarse a folclores cercanos -como el norteafricano, el turco y el griego- y trabajar junto al coreógrafo Nacho Duato.

"Siempre he hecho lo que me ha apetecido", afirma sonriente y satisfecha. "Cuando se me impone algo, me marcho. En España, lo popular se ha convertido en un esnobismo ilustrado porque no sabemos escuchar".

A María del Mar Bonet le preocupa la falta de espacios nuevos para los jóvenes cantantes. "Queremos que los que empiezan sean buenísimos, sin dar oportunidad a que aprendan. Mi generación tuvo la posibilidad de cantar y profesionalizarse, pero esto se está perdiendo, especialmente para cierto tipo de música. Y hay que defenderla casi como una razón ecológica, como se protegen los bosques".

Y la cantante mallorquina recuerda sus comienzos como estudiante de cerámica, las facilidades que encontró para dedicarse a la música y el apoyo que en aquellos años se prestaba a la música catalana. "Si los comienzos de mi vida artística hubieran sido dificiles, quizá hubiera elegido otro camino. Mi distanciamiento de la cerámica fue debido a la posibilidad de trabajar como música, pero era otro momento. Los medios de comunicación estaban más dispuestos a escuchar. Ahora podrían hacer un esfuerzo para defender nuestra cultura, aunque tampoco se puede exigir nada. De seguir así, sólo podrá salir adelante la música cantada en inglés, porque Europa está cubierta por la superficialidad. Y no quiero ser ave de mal agüero".

Pero María de Mar Bonet intenta luchar contra la desesperanza -"la gente comienza a interesarse por cosas diferentes, y este camino es bueno"- y muestra apasionamiento cuando se refiere a sus experiencias con otros artistas, porque "no se puede renunciar al contacto con músicos admirables. Cada artista tiene su color, un material con el que trabaja, y con el paso de los años te apetece indagar más y conocer a otros músicos. Si lo consigues, es una suerte".

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