Crítica:

'Cualquier día en cualquier esquina'

1.00 - TVE- 1 (115 minutos).Robert Wise es un cineasta que no se puede despachar con cuatro calificativos del montón. Un hombre capaz de dar una obra maestra como Ultimatum a la Tierra, un engendro como Las dos vidas de Audrey Rose, un hito del musical como West side story y puntear su ya larga carrera con increíble disparidad (Marcado por el odio, La ley de la horca, Hindenburg, Star Trek ... ) merece saco aparte.

Precipitadamente se le tacharía como el perfecto artesano, el cineasta de oficio en su más alto punto de cocción de irreprochabilidad. Daríamos en...

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1.00 - TVE- 1 (115 minutos).Robert Wise es un cineasta que no se puede despachar con cuatro calificativos del montón. Un hombre capaz de dar una obra maestra como Ultimatum a la Tierra, un engendro como Las dos vidas de Audrey Rose, un hito del musical como West side story y puntear su ya larga carrera con increíble disparidad (Marcado por el odio, La ley de la horca, Hindenburg, Star Trek ... ) merece saco aparte.

Precipitadamente se le tacharía como el perfecto artesano, el cineasta de oficio en su más alto punto de cocción de irreprochabilidad. Daríamos en el clavo, pero hay más en él, algo que entronca con la honestidad y el entusiasmo de quien cree realmente en la manufacturación de sueños.

Cualquier día en cualquier esquina es el perfecto ejemplo de filme imperfecto, pero con sprit. Una clásica comedia sobre el amor (entre un hombre desengañado de él por su previo matrimonio y una chica desengañada por su propia extravagancia) re suelta por el procedimiento más expeditivo que se conoce en Hollywood: la supeditación de la carrocería al motor de los actores.

Ahí es nada Robert Mitchum y Shirley Mac Laine juntos, pareja explosiva. Ante ellos, amos de la función, se rinde Wise y labra su preciada tierra, consciente de que las lluvias van a dar cosecha de la buena.

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